domingo, 29 de diciembre de 2013

LAS NORMAS DE LA CASA DE LA SIDRA


“Las malformaciones fetales incompatibles con la vida, por si solas no valdrán para abortar”.

Casi nunca están de acuerdo corazón y cerebro. No soy pro-abortista, tampoco me gusta que se apropien de la palabra pro-vida, y para comenzar, como pensador, considero que no es lo mismo un huevo que un pollo, que si empezamos así, una masturbación podría resultar un genocidio. Soy un firme convencido de la libertad de la persona a la hora de decidir algo tan importante y trascendental como es tener un hijo. La nueva ley que presentará el gobierno al congreso cercena de un tajo parte de la peleada libertad. Con esta ley se retroceden más de 30 años, la del 85 fue un paso para poner orden.

No se puede obligar a alguien para que no tenga un hijo deseado, ni tampoco para tenerlo, ahí radica la libertad, y ahora un señor, por muy ministro que sea, aunque se lo deba a su padre, a los sectores más ultraconservadores de la sociedad o al que creía olvidado nacional-catolicismo del régimen franquista, no puede imponer una ley que de nada servirá, salvo para encarecer el procedimiento de la que esté dispuesta a no tener familia. Siendo niño, en mi barrio, y supongo que en todos, había una señora a la que llamaban entre susurros La Abortera, a otra la conocían como La Partera. Provocaban abortos porque la situación era mala, por vergüenza, por el dañino honor, ni tan siquiera sabían si había malformación del feto, ahí está el quid del asunto.

Es un paso atrás, los medios europeos nos critican y dicen que estamos en un estado feudal, con el señor en su castillo ajeno a los problemas de la plebe. Éstos afirman que para eso les hemos votado, que lo llevaban en el programa, ¡pues será lo único que van a cumplir!, porque de lo prometido nada. Como referencias, solo hay tres naciones en Europa que prohíben el aborto: Vaticano (obviamente quedaría muy mal que sor Virginia lo solicitara), Andorra y Malta, tres grandes potencias, y alguna de ellas gran conocedora de problemas familiares.

No me pareció bien en su momento alguna de las normas de la anterior ley aprobada por Zapatero. Entiendo que si una joven de 15 años tiene edad para abortar sin que se enteren sus padres, debería tenerla para conducir, votar o ingresar en la cárcel. Se podía dar la situación siguiente: a Clara, con 15 años, la tenían que operar de apendicitis; sus padres debían rellenar un formulario ininteligible  responsabilizándose de todo lo que pudiera suceder, mientras, en el quirófano de al lado, a Mercedes, su gemela, la practicaban un aborto sin el conocimiento de sus progenitores, no era lógico.

Allá por los 70, quien la hacía falta y podía, enviaba a su hija a Londres, sí, a abortar, y pensábamos que porqué no se podía hacer aquí algo que resultaba inevitable. Esta retrógrada ley no servirá para nada y jamás habrá capítulo más incumplido, tan estéril como un obligado certificado energético, la medida solo  conseguirá encarecer y fomentar clínicas privadas, el compadreo entre psiquiatras, y que el 100% de las mujeres que aborten en su historial médico tengan un tratamiento psíquico.

Lo que es irracional del todo es que se obligue a culminar el embarazo aunque el feto presente malformaciones. Esto se llama crueldad, y más cuando están desapareciendo ayudas y el paro ensombrece el horizonte. Hasta la iglesia en el catecismo que yo conocí decía: “Hay que tener hijos sanos y santos para el cielo”, de malformados no hablaba, es más, los estamentos eclesiásticos que tanto abogan por la igualdad y derecho a la vida, deberían abrir puertas de conventos y seminarios a gente con malformaciones o parálisis cerebral, quizás así estaríamos mas convencidos. En ocasiones he leído de sacerdotes que se han negado a dar comunión a feligreses con síndrome de Down, ¿no somos todos criaturas de Dios?. Se llama predicar con el ejemplo.

Tengo duda si harán o no controles a las embarazadas, o si la prueba de la Amniocentesis se erradicará, da lo mismo saber el estado del feto, que no criatura. Dicen que van a enseñar una foto con la ecografía, muy bien, yo tras este chantaje emocional diría de paso enseñen alguna de cómo es la vida de un niño con malformaciones, cómo se desenvuelve alguien con espina bífida abierta, y como afecta a su entorno. Lo de la reflexión de 7 días, que pueda objetar hasta el celador, y por otra parte “garantizar a la mujer profesionales que sí estén dispuestos a llevar a cabo su voluntad”, me parece una tomadura de pelo, incluso para la confidencialidad. Sí me tranquiliza que ninguna mujer irá a la cárcel por abortar, ¡faltaría más!. Se les ha olvidado decir que pasará con la “Píldora del día después”. A todo esto, con gran cinismo, lo llaman la “ley más progresista que se ha hecho en estas materias”, puro eufemismo.

¿No sería necesario abogar y legislar también para antes de entregar un acta de ministro, se tengan que presentar (aunque sean del mismo centro) sendos informes psiquiátricos, asegurando que la salud mental del futuro legislador es normalita?. El partido que lo presente en su programa tendrá mucha ventaja.

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