jueves, 3 de julio de 2014

SIGUIENDO TRADICIONAL COSTUMBRE


            Sabrán del chiste con que nos etiquetan a los burgaleses, bueno, mas bien al clima: ¿Cómo reconoces a un burgalés en una playa nudista?, sencillo, ¡lleva una chaqueta bajo el brazo por si se levanta el frío!. Podía ser verdad. Ayer mismo, mis familiares, los que no sacaron chaqueta, allá hacia las 22 horas, se arrepintieron.

No todas las noches de fiestas burgalesas son frías, pero si la mayoría. Por si no lo saben, por las fiestas de San Pedro (y San Pablo que también existe), - siguiendo tradicional costumbre -, en Burgos, tenemos un microclima inaudito, después de un día de agobio y sofoco podemos disfrutar de la más típica noche otoñal con un mal tiempo espléndido. Luego, cuando pasan las fiestas, por lo general no hace falta llevar la “rebeca” bajo el brazo. Esa infortunada noche - siguiendo tradicional costumbre - abuelos, padres, hijos, nietos… estaban en la calle, supongo a todos mirando al cielo con la boca abierta ya que el espectáculo prometía. Se quedaron chafados… ¡que no han acabado!, ¡falta todavía la traca y el disparo que anuncia el final!… ¡pues parece que no siguen!… ¡que raro!. Un suceso calentó la fría noche burgalesa.

Al poco, ese gran adelanto de nombre whatsapp despejaba las dudas. Se había abortado la sesión; uno de los cohetes, por razones que aún se ignoran y que nunca se sabrán con exactitud, había cambiado la trayectoria para caer entre el gran gentío. De inmediato ruido de sirenas, trabajo extra de bomberos, policía, protección civil y el innegable de las urgencias hospitalarias (máxime cuando están bajo mínimos), resumiendo, más de 20 heridos de diversa consideración de los cuales, 5 quedaron hospitalizados. Afortunadamente entre ellos nadie presentaba riesgo vital, si consideramos no graves quemaduras de segundo grado e injertos necesarios de piel. La realidad es que los titulares de prensa pudieron ser trágicos, aumentando la creencia popular - siguiendo tradicional costumbre - que solo salimos en los medios para cosas climáticas extremas, trágicas y/o vandálicas.

Uno de los más seriamente afectados resultó ser uno de esos amigos de siempre, con los que has ido al colegio, has jugado en la calle, estudiado siendo “cagurrines en Saldaña y en el Hispano”. Alguien con quien has “dado palo” a frutales (entonces se robaba fruta), has cantado, comido, bebido, compartido hombro y llorando con él (o él contigo) en los momentos familiares duros; incluso te has enamorado ante sus ojos, es  uno de esos amigos de referencia que todos tenemos…, sí, ese que ha ido a tu boda, y tú a la suya, y que en la propia familia, sin saber nadie como, resulta que lo es de todos ellos; en fin un gran amigo que por desgracia se encontraba en el lugar equivocado y en el injusto momento.

Vio como llegaba la puta carcasa del cohete a sus pies, y sin pensarlo, la cogió con sus manos y la lanzó lejos. ¿Porqué?, ¡quién sabe!, ver que su familia allí presente corría riesgo, que la integridad física peligraba… Resultado: quemaduras en brazos y cara, ropa inservible, zapatos destrozados, teléfono, gafas y alegría tiradas por la borda, quedándole sobre todo una gran desaz - el dicutido hospital burgal u uqerido en una ambulacia  integridad flimos en los medios para cosas trzados, y el gran disgustón y a su mujer e hijo el monumental disgusto de al ver como introducían a su ser querido en una ambulancia, sin saber todavía el alcance del suceso.

Lo visité en el “anfibio” y discutido hospital burgalés; allí estaba, las manos vendadas, la cara con los estigmas propios, oxígeno aplicado. Lo encontré animado y muy, muy “quemado”. Al día siguiente - siguiendo tradicional costumbre - las fuerzas vivas municipales pasaron por las habitaciones dando ánimos a los afectados,  diciéndoles que no era nada grave, que saldrían enseguida del hospital; todo ello, cuando los galenos todavía no se habían pronunciado al respecto, ni tan siquiera le habían comunicado nada a la familia.

Los titulares de prensa del día posterior ya hacían premoniciones de cómo – siguiendo tradicional costumbre - cada cual pensaba en salvar su culo: “La distancia de seguridad era superior a la que nos indicaba en el protocolo de seguridad la sub-delegación del gobierno”. “Es responsabilidad de los pirotécnicos”. … el Ayuntamiento remitió en la tarde de ayer un comunicado en el que descargaba toda responsabilidad y ya apunta directamente a la empresa organizadora de la sesión. Vamos, ¡yo no!.

Pero también se añade en el artículo una infografía en la que se demuestra que la colocación de los artefactos estaba descaradamente desviada de donde marcaba el protocolo y que se indicaba por parte de los técnicos y subdelegación. ¡Ahí si había responsabilidad!.

Sigue diciendo la nota de prensa en relación con la Subdelegación: “ésta envió un mail a Festejos el 23 de junio, …, en el que se comunicaba al Ayuntamiento que toda la documentación requerida «ha sido completada de forma satisfactoria», pero “con la salvedad de la designación por parte del Ayuntamiento que deberá designar un encargado cuyo cometido será velar por el cumplimiento, vigilancia y control de los contenidos del Plan de Seguridad». Añade: “Al día siguiente, concretamente el 24 de junio, el presidente del IMC, Fernando Gómez, firmó una resolución en la que nombraba al intendente jefe de la Policía Local, Fernando Sedano (otro para la humareda), «para velar por el cumplimiento, vigilancia y control de los contenidos del Plan de Seguridad», señalando que «el intendente contará  con el apoyo del Área de Seguridad y Emergencia para realizar el cometido encomendado». Si los afectados hubieran leído esto con anterioridad, se hubieran quedado más tranquilos. El escrito es una cosa, pero tras los sucesos, la realidad que podemos constatar es otra muy diferente.

Lógicamente - también siguiendo tradicional costumbre – informes y más informes poco contribuirán a clarificar la situación: Tedax, policía, empresa pirotécnica, subdelegación,  ayuntamiento e incluso algún perito particular aportarán escritos poco entendibles para mi amigo; todos ellos intentarán divagar si fue el resultado del infortunio, o si empresa, Gómez y Sedano eludieron su supuesta responsabilidad. Discutirán cual es el epicentro, interpretarán la norma a su “norma”, y hablarán de lo poco claro que es el protocolo. Valoraciones finales y apuntar directamente a alguien dependerá de la “parte contratante de la primera parte”. Para añadir más confusión surgirán tertulianos locales de turno convirtiendo sus aportaciones en dogma de fe.

Resumiendo, - siguiendo tradicional costumbre – al mas puro estilo “trile”, mi amigo nunca sabrá donde está la pelotita y qué o quienes son los culpables. A él le ha estallado en la cara el artefacto, y a los que realmente les tenían que estallar las consecuencias en los mismísimos morros, ya se encargarán de crear confusión y que el asunto salpique a todos ¡menos a mí!.

Pasarán los años, y – siguiendo tradicional costumbre - tras muchos escritos e informes finales, ante la documentación aportada, afirmarán que todo pudo ser a consecuencia de la prole de una de esas patas ribereñas, que en su paseo vespertino con sus patitos tiraron una de las carcasas pirotécnicas, acto que provocó el desvío del cohete. Otro dirá que no se puede obviar el tránsito de alguna babosa, que son traviesas y perfectamente pudo inclinarlo. Uno mas dirá que un topillo, como no ven, en pleno trabajo originó con su montonera un desnivel en el suelo que posibilitó el accidente, y terminarán diciendo que ante tanto informe discordante no se puede exigir responsabilidades a nadie. Lo triste - siguiendo tradicional costumbre – es que mi amigo tras los años, seguirá sin cobrar indemnización, sus prendas y objetos perdidos, mientras algún hijo de los ahora responsables, o incluso ellos mismos con 15 años más, ocuparán un cargo similar en la presumible irresponsabilidad, vamos, “la casta” que dicen los de Podemos. Cuando esto ocurra, conseguirán que la imagen tierna de los patitos detrás de su madre, torne en imagen negativa. Poco pasó para lo que pudo haber sido. Ojalá – siguiendo tradicional costumbre – me equivoque.

lunes, 28 de abril de 2014

VA DE "ARTISTAS"


Nos habían dicho que hubo un tiempo en que en España no se ponía el sol, y hoy casi ni sale.
He desayunado con una serie de titulares que me han dejado K.O., noticias que te dejan con ganas de no levantarte de la cama; claro, tengo casi 60 años y estoy en la desgracia de “Los lunes al sol”. La primera noticia ha hecho que subiera la guardia, temía el impacto; la segunda, al bajar los brazos, ha ido directamente al mentón, tras varias más, la última ha impactado en el hígado, o en las entrañas…, lo triste es que al final ahora lo que me duele es el recto.
Recuerdan de dónde venían las siglas de TALGO?; les refresco: “Tren Articulado Ligero Goicoechea Oriol”. El tal Goicoechea Oriol demostró ser alguien válido que supo modernizar el transporte de viajeros a través del ferrocarril, algo que en las últimas décadas incomprensiblemente se ha desmontado, pero eso es harina de otro costal.
Pues bien, una nieta del ingeniero y de nombre Mónica ha salido a la palestra para afirmar que hay que rebajar el salario mínimo interprofesional. Así se ha despachado en los medios  la presidenta del Círculo de Empresarios: “Hay un millón de jóvenes sin preparación, que ni han acabado la ESO  y  que te obliga a pagarles aunque no sirvan para nada”. Es  decir, que hay que rebajar los 750 euros (resultantes sobre 14 pagas) que cobra mensualmente todo aquel que está sometido a ésta, hasta hace no mucho, manifiesta vejación. ¿Pueden pensar que a día de hoy y tal como están la cosas, un empresario contrata a una persona nula?, ¡No!, pero si me cuesta poco ¡Si!; todos los días vemos licenciados suficientemente preparados haciendo trabajos de baja cualificación, ¡es tan grande la demanda!
Este salario mínimo, que hasta la llegada del señor Rajoy al poder se revalorizaba con el IPC, en los últimos años se ha congelado, con lo cual, el poder adquisitivo ha perdido enteros. ¿Es mucho 750 euros? Hablamos del 5º salario más bajo de la Comunidad Europea; en Francia por ejemplo, este salario asciende  a 1430 euros, casi el doble que aquí. ¿Cómo vamos a redactar y promulgar una Constitución Europea común si dentro de la misma hay ciudadanos de primera y de octava?
No acaba ahí, la “artista” Mónica de Oriol también arremete contra el subsidio de paro, del que dice que acomoda a los desempleados (a los que llama literalmente parásitos) porque mientras cobran ni se molestan en buscar trabajo. Dijo además que en este país de “artistas” se paga el subsidio “más caro del mundo mundial”. Es mentirosa y/o está desinformada. Habría que recordarle que al menos en Burgos, 4 de cada 10 desempleados no reciben subvención alguna, y tampoco encuentran trabajo (D.B. 25.04.2014), y este dato asciende a la mitad en el contexto nacional. La fenómeno de la naturaleza es la responsable de Segurven, empresa que llevaba parte de la seguridad del Madrid Arena cuando aconteció aquella masacre previsible. Por cierto, había que recordarle que el presidente de los empresarios está en “Villa Candado”, y no será por prácticas honrosas. Los siguientes parásitos serán enfermos crónicos y acabarán aplicando el eslogan “al jubilado y al gorrión… ¡perdigón!, u horno crematorio (entonces también hablaban de parásitos).
En lo único que hay acuerdo unánime es en el salario y jubilación de los parlamentarios europeos, que según he leído, se podrán jubilar con 50 años de edad (en contrapunto con el resto de los humanos contribuyentes que casi tienen que cotizar 40 años de su vida), cobrando en torno a los 9000 euros mensuales. Ignoro por cuantas pagas, pero para estos privilegiados premiados con tan dorado retiro, les parece una atrocidad la cantidad que percibe un español que tenga la suerte de tener trabajo y cobrar el salario mínimo
Otra de las noticias ha sido lo que dicen hoy nuestros gobernantes: “Estamos acabando con el paro”. No se engañen, técnicamente en los campos de concentración también había pleno empleo, claro que tampoco cobraban salario.  Anoten: ¡ciudadanos de primera y de octava!
Otro “de la casta” dice que de alguna manera hay que garantizar el futuro de los políticos, que se ven en precariedad cuando salen del privilegio, porque no pueden utilizar la puerta giratoria. Vamos, como no saben hacer otra cosa, y en el “tinglao” de Europa no caben todos, y el senado también está lleno de agradecidos cuyo mérito fue pegar carteles hace décadas. Los pobres desdichados quieren seguir manteniendo las prebendas obtenidas a costa de los demás: generosos sueldos, jugosos subsidios, jubilaciones ventajosas, transporte…. ¡Que no les equivoquen!, pueden trabajar en lo que quieran, salvo que esté relacionado con su anterior comisión, y aun así todos los días se incumple y se firman acuerdos gubernamentales para empresas de carburantes en las que anda algún ministro; ¿Sr. Cañete, verdad que las incompatibilidades no las respetan todos?, ¿Y los otros, los de a pie, no son hijos del mismo Dios?, ¿Qué hace por el país un político, que no haga un trabajador no político? La jubilación debiera ser por años y cotización aportada con un factor corrector, y nada más…
A media tostada, me he enterado también que un tal Antonio Villarte, “artista” y alcalde del pueblo madrileño de Ambite, se asignó en 2011 un sueldo de 39.000 euros, cuando antes no se cobraba, claro, para ello ha tenido que subir los impuestos un 35%. Tampoco deja grabar los plenos, vamos, eleva la categoría artística al Circo del Sol.
Luego he leído más noticias descorazonadoras:
-                    Hay todavía más implicados entre los responsables andaluces que chulearon dinero para cursos ¡para parados!.  
-                    He sabido también de unos hijos de… su padre que han desahuciado a la madre que los parió, cuando la venerable anciana tiene 73 años.
-                     También cuentan hoy de una señora de nombre María Tardón, que pese a ser  o haber sido miembro del Partido Popular y consejera de Caja Madrid, está sentada como miembro del tribunal que está juzgando al magistrado Silva, este último responsable de encerrar al ofendido señor Blesa por el caso Gürtel, (aquella trama que levantó Espe Aguirre), un enredo nada claro que salpicaba al Partido Popular, y a una de las entidades bancarias señaladas en este “trile” nefasto. (No es de extrañar que hayan tenido que aplazar el proceso al recusarles). Bueno, en este juicio todo ha sido un despropósito…, el abogado defensor que no quiere seguir en la causa, el acusado que tampoco lo quiere, y un juez considerando todo un cachondeo, le obliga a permanecer como defensor… y  de paso, que para eso es el juez – pone una sanción a una señora por increpar a Blesa, seguramente motivada por el rictus del acusado acusador, al mostrarse cual moza deshonrada y ofendida.
Por si todo esto no fuera suficiente, lo que me ha llevado nuevamente al lecho terapéutico, han sido las declaraciones de D. Mariano: “La economía la hemos arreglado en tiempo record”.
Justo cuando desazonado y con picores me metía a la cama, en la ondas aparece el más mentiroso de los políticos, González Pons, para decir sin sonrojarse: (sic) “El Partido Popular cumple todos su compromisos electorales”. Yo, como éste se perfila de parlamentario en Estrasburgo, y el humor negro sólo se lo admito a Gila, para las europeas pienso votar nuevamente a Bob Esponja, Calamardo y compañía, al menos no cobran tanto y no son hirientes en sus declaraciones. La experiencia me dice que su afán de servicio al país tan cacareado en elecciones, se convierte en olvido inmediato: “prometer hasta meter, y una vez  metido…”.
Todo lo expuesto ha ocurrido en el ámbito doméstico español; no les hablo de lo desalentador de Ucrania con tambores de guerra que suenan entre las grandes potencias, porque seguro no se levantan del lecho. ¡A ver mañana que tal!.

viernes, 28 de marzo de 2014

DESDE LA MEMORIA


Me tocó dar la noticia. Fue una fría madrugada de un 20 de Noviembre, corría el año 1975. Tenía que hacer la cuarta imaginaria, la peor, ya que había que despertar al oficial de guardia, a los de cocina y a todos aquellos que entraban de servicio antes de formar. Recuerdo perfectamente que la imaginaria fue arrestada, las normales me las hacía un “coleguilla” de Cantabria, no le importaba al tener que dormir en el cuartel.

La verdad es que aquel acuartelamiento parecía más un campamento juvenil que un centro militar. Tan sólo había un soldado de reemplazo, vamos forzoso, que decíamos; yo contaba 19 años y era de los de más edad, el grueso de tropa rondaba 19 primaveras. La mayor parte de las noches, se habrían podido tomar las instalaciones al asalto. La tropa con funciones de patrulla, puesto, puerta, refuerzo o imaginaria, ponía más celo en localizar un lugar donde al calor de la áspera manta poder dormir un rato, que patrullar con Cetme  y correajes por el recinto del Aeródromo de Villafría. La profesionalidad de este grupo era dudosa; si a un ejército no cualificado, lo añades tierna edad, el resultado es más que previsible. Era lo más parecido a un campamento de verano, pero con práctica de tiro. Debido a esa laxitud, cuando entraba de refuerzo llevaba de equipamiento complementario un despertador. Lo normal era salir del cuerpo de guardia y en mi caso, cerrarme en la oficina en que estaba destinado, allí había calefacción y un sofá sin muelles donde pasar dos horas lo másel artilugio conb alarma la re-e de guardia y cerrarme a ienestartado, le hubiesa dolidoobacitriba en que los vencedores la re-e cómodo posible. Llevaba tal alarma ante el temor de quedarme dormido y no poder despertar al siguiente servicio, aunque los avisos  tan solo surgían muy de cuando en vez porque el oficial de guardia incomprensiblemente, se levantaba.

Como decía, cuando sonó el despertador, puse el transistor y tan solo se escuchaba música fúnebre o militar. ¡A sus órdenes mi brigada!, son las seis, sin novedad… bueno, tengo la impresión que Franco ha muerto. Efectivamente, aunque teníamos la creencia que aunque no inmortal, era inmorible, y podía haber fallecido días atrás; fue esta mañana cuando las ondas constataron el óbito.

Había miedo. Tanto habíamos oído que Franco era el garante de la paz; que nuestros abuelos, e incluso padres, pensaban que la desaparición del dictador, podía derivar en una guerra fratricida. Yo por si acaso, y como tenía permiso, salí zumbando del cuartel pensando que me llamarían enseguida. No sucedió así, sin embargo recuerdo que mi hermano estando en artillería,  si estuvieron tres semanas acuartelados.

Cuando el 22 de Noviembre Juan Carlos I, tomó las riendas de la responsabilidad, me convirtió en uno de aquellos soldados que sirvieron a la dictadura y a la monarquía, más tarde constitucional, jurando defender la Constitución, y lo pasado, pasado.

Por aquellos días. las carreras delante de los “grises” eran continuas, yo diría que pocos jóvenes estábamos conformes, quizá como sucede hoy que se han recrudecido hasta el punto de hacerme recordar aquella etapa. Las epifanías solían concluir en la Plaza del Cid, y allí, esperando a la que conseguía que mi corazón latiera con más fuerza, con el acompañamiento sonoro del: shhhh, shhhh, shhhh, ¡Que vienen, que vienen!, me pillaron a contrapié cargas y carreras. A los gritos de libertad, con el paso de los meses se unieron los de ¡amnistía!, quedando más o menos así: ¡Libertad, amnistía, estatuto, autonomía!; hoy estos deseos se suponen resueltos. Son más tristes los que ahora se corean: ¡Pan, trabajo, techo y dignidad!. ¿De verdad hemos avanzado?.

Los jóvenes, poca confianza teníamos en aquel Adolfo Suárez que veíamos con camisa azul de Falange, sabíamos que había controlado programas informativos de TVE, y que en aquellos momentos era nada menos que Vicepresidente General del Movimiento, llegando con Arias Navarro a ser Ministro Secretario General del Movimiento, hasta que el primero, viendo la poca confianza de la cuadrilla, hizo “mutis por el foro” y dejó más o menos expedito el paso al que fue un presidente habilidoso para consensuar un país crispado y atenazado por el miedo.

Alguien dijo que fue encomendado porque conocía bien la derecha instalada en el poder, si realmente fue así, ahora no lo sabemos. Ocupó un centro que recogía los votos de muchos de aquellos que necesitaban estabilidad y concordia. Es cierto que supo mover bazas, marcarse algún farol y realizar algún arrastro antológico, sorprendiendo y descolocando “a los de derecha como a los de izquierda”. Chocó considerablemente que alguien que intimaba con el Opus Dei realizara una ley de divorcio criticada por sectores diestros, que luego no se sonrojaron al ser los primeros en solicitarlo.

No fue una transición modélica, como ahora cuentan. Fue difícil, crispada, y se salvó por las ganas que teníamos todos de cerrar una etapa en la que la mitad de los españoles, de alguna manera, eran sospechosos de algo. Autonomía, autodeterminación, cosas que entonces nos parecían maravillosas y que con el paso del tiempo nos hemos dado cuenta que de poco sirven, y menos a semejante precio, surgieron en esta etapa. Se atrevió aquel Sábado Santo “Rojo” del 9 de Abril de 1977 a legalizar al Partido Comunista; un día, en que pese a las procesiones, ya comenzaban a abrir los bares. En La Farola recibimos la noticia que entraban en democracia aquellos de los que se decía tenían tridente, rabo y cuernos.

Su primera etapa política será recordada con cariño: logros, apertura, libertad… Tendremos siempre en la retina la imagen ante Tejero, en pie, de frente, manifestando la desaprobación golpista. No se me olvidará jamás la imagen de su soledad en el parlamento. Él, en los últimos 11 años, supongo, apenas habrá recordado la traición de los suyos y las enconadas peleas y presiones con socialistas y populares en el Congreso y hasta no hace tanto, el olvido del Rey.

Hizo cosas buenas y menos buenas. Una de las cosas que no se atrevió a reparar fue la memoria histórica, no debía ser fácil. Felipe González que le siguió en el cargo dos legislaturas, tampoco hizo lo necesario. Si se hubiera realizado en su momento, posiblemente ahora no estaríamos todavía con titulares de prensa en este sentido, pero era momento de templar gaitas.

La guerra es cruel, ni todos son buenos, ni todos malos. La diferencia estriba en que los vencedores la escriben a su manera, dan adjetivos de mAa﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽epifano tiempo nadie se atreviuna fosa olvidadaos, ni todos malos. La diferencia estriba en que los vencedores la re-eártires y héroes  a los suyos, otorgándoles privilegios y prebendas, mientras que a los perdedores se les olvida bajo la tierra de una fosa que durante mucho tiempo nadie se atrevió a denunciar. Ni identificar. A sus familiares se los represalió además con el desprecio más absoluto durante años y todo por defender una opción electa. ¿Cuándo nos olvidaremos de las dos Españas?.

No porque le haya llegado su día, sino por merecimiento propio ante la difícil papeleta encomendada por el Rey, como fue liquidar la dictadura y ejercer de catalizador ante la intolerancia y el desorden previsibles en sectores opuestos, si debemos ser agradecidos con quien tuvo que definir una política con mayúsculas a camino entre la dictadura y la república, y lo consiguió. Es un gran mérito por su parte. Hay que agradecerle también que fuera un hombre honesto consigo mismo, que aguantó tensos funerales junto a algunos ministros y sobre todo junto al recordado Gutiérrez Mellado, con crispados y tenebrosos  gritos de ¡Ejército al poder!, que nos encogían el esfínter. Además tuvo la gallardía de dimitir con muchos menos motivos de los que le siguieron en la poltrona del cargo; además ha sido el mejor de los presidentes democráticos electos, ya que desde entonces, el que sigue al anterior demuestra menos intelectualidad e ínfimo talante político, vamos, que son más torpes.

Para alguien que pese a tener mayorías, gobernó con el consenso de partidos y legisló mejoras sociales colocando los cimientos del trasnochado estado del bienestar, si hubiera tenido sus capacidades en perfecto estado, le hubiese dolido tremendamente contemplar esta clase estamental que están propiciando sus sucesores; desgraciadamente las castas vuelven a tener actualidad; de seguir en esta dinámica de desaguisados laborales y sociales, los pobres nacerán y morirán indigentes haciendo recordar el proletariado (ahora solo con un hijo por familia), y los ricos lo harán en alta cama y morirán en la opulencia absoluta. ¡A mandar, señorito, que para eso estamos!.

La imagen de los González, Aznar, Zapatero y Rajoy, tristes, circunspectos y serios ante el féretro de Adolfo Suarez, - más figurantes que políticos del y para el pueblo -, me creó la duda de saber a ciencia cierta si este rictus se debía al dolor propio por la pérdida de un amigo y buen político, o si simplemente estaban contemplando amargamente el poco prestigio que en estos momentos goza la clase política, en contrapunto con el respeto trabajado y merecido del abulense que nos ha dejado.

2014.03.25


miércoles, 26 de febrero de 2014

AHORA QUE VAMOS DESPACIO, VAMOS A CONTAR MENTIRAS TRALARÁ



No debería haberlo hecho, y menos después de comer, no es lo mejor para una buena digestión. Hoy, equivocadamente, por primera vez y como se dice en estos casos, “sin que sirva de precedente”, me he sentado frente al televisor para ver el Debate sobre el Estado de la Nación”, cosas de mi situación personal. Otros años me había limitado a escucharlo a intervalos y analizar a los articulistas.

Si se ha visto una vez, ya no hace falta insistir. Todos los años es lo mismo, pierde la oratoria y prima el insulto. Sale el presidente hablando de logros, excelencias, horizontes despejados, cifras… y para ello emplea expresiones grandilocuentes: “… del retroceso hemos pasado al avance, de la amenaza a la esperanza…”, y con autobombo y autocomplacencia continua, presenta un país idílico. Elude explicar lo que incomode, como que hay 1 millón más de parados, que el déficit del 6,3 no se logrará…, sanidad, educación…; tampoco explica el por qué del incumplimiento sistemático de todas promesas electorales (salvo el aborto). Saca pecho para anunciar medidas contra la corrupción, cuando hace un par de meses han mentido, puesto trabas ocultando pruebas y destruido discos duros. Hipocresía, creo se llama.

El debate sobre el estado de la nación, es como cuando hay un enfermo grave en la familia. La esposa/o, incluso el propio enfermo, conocedores de la magnitud del problema hablarán con los pies en el suelo sobre la situación, con palabras reales, aunque duelan; sin embargo la madre, aunque consciente también de ello, seguirá aferrada a la esperanza, y continuará diciendo: “hoy le veo algo mejor”…, “igual sale de ello”…, y aún estando en coma, afirmará que la ha sonreído. Así me sonó, Rajoy como la madre que no quiere ver la realidad, y los ciudadanos sintiendo el gravísimo problema.

Hemos cruzado el Cabo de Hornos”, dijo el presidente. No está mal para un gallego. Yo, quizás al ser de tierra fría, utilizando también términos de conquistadores de la mar, estoy más con la vivencia de Ernest Shackleton; llevamos -al igual que él- justamente dos años atrapados en el hielo, y no quiero ser agorero (también se escuchó la palabra), pero al final, al no estar la nave preparada para soportar tan grandes presiones, el barco se hundió. Al menos el irlandés no mintió a nadie en su anuncio: “Se buscan hombres para viaje peligroso, sueldo bajo, frío extremo, largos meses de completa oscuridad, peligro constante…”. Obviamente no era político.

En opinión de la “leal” ¿oposición? hay que exigir: “Primero la verdad y luego responsabilidad”, ¡eso, eso!, pero a todos.  Afirma D. Alfredo que estamos en un país de burdo atrezo, tramoya engañosa y decorado de baratillo. Plantea entonces un futuro incierto, una situación insostenible, un escenario caótico… todo solucionable si son ellos elegidos para la próxima legislatura. ¡Ay tontos!, anteriormente no supisteis gestionarlo y en elecciones prometisteis menos.

Sintiéndose el “llombrigol” o el “zilbor” del universo, suben posteriormente los nacionalistas catalanes y vascos para hablar de sus problemas domésticos puntuales: independencia y aproximamiento de presos. Después intentarán lucirse en oratoria los que presumiblemente están a la izquierda de la izquierda, seguirá a continuación la diestra de la diestra, y así poco a poco hasta que le toque el turno al único representante de Geroa Bai . Para cuando esto ocurra, quedarán solos en el hemiciclo el presidente y él.

Analizo el debate, y no me extraña que en el turno de réplica, D. Alfredo, dijera a D. Mariano: ¿En qué país vive usted?. Le escuché decir también: “Se ha acostumbrado tanto a la mentira, que miente por mí”. “!No!, en mentiroso no puedo competir con usted…” respondía D. Mariano, con una sonrisa ofensiva e hiriente para quien lo está pasando realmente mal. Esta es la única verdad del día, ¡nos mienten!. Desde aquella célebre frase a cargo de Nicolás Redondo dirigida a Marcelino Camacho: “Mientes Marcelino, y tú lo sabes”, no se ha parado de mentir , tergiversar y sustraer.

No me quedé hasta el final. Sabía positivamente que ninguno iba a decir: ¡Para dar ejemplo, bajémonos el sueldo a 1000 euros y quitémonos prebendas!, ¡Paguemos los mismos años de cotización para cobrar una pensión de jubilación!... . Para no hacerlo, aquí si están todos de acuerdo; por eso me sobró la frase de D. Alfredo: “… es usted enemigo de la igualdad…”., es verdad, no somos iguales que ellos, son la casta política.

Desde ahora, y hasta el año que viene nos aburrirán con la cantinela del “y tú más”…, “la herencia recibida”…, “para eso nos ha votado la mayoría”…, y mientras las cuadernas de este barco llamado España, crujiendo alarmantemente de proa a popa y de babor a estribor. Al menos hoy no he escuchado a partidos bisagras del pelo del Partido Intimista del no al Amor con Albornoz, la Unión del Pueblo Maorí, o el Partido en Defensa del Apareamiento a Graznido Vivo del Estornino”, que sí, es verdad, nos tenían en un puño y sacaban lo que querían… y más, pero no es menos cierto que el rodillo de la mayoría nos tiene cogidos  por los mismísimos huevos.

Mañana en los medios de comunicación, además de las sedes de los diferentes partidos, dependiendo de tendencias, habrá ganado uno u otro respectivamente, los simpatizantes jalearán a sus líderes y éstos pensarán ¡soy Dios!, y con tal poder obro.

Da igual, estamos instalados en una democracia mal entendida, en la que los ciudadanos solo cuentan cada 4 años, cuando tras bochornosa subasta (luego poco o nada se cumple), apelando a la responsabilidad del voto se nos invita a participar en la mal llamada “fiesta de la democracia”. Tendrían que preguntarse por el elevado número de nulos y abstenciones que hay. Después de 35 años es triste que nos sigamos preguntando ¿cuándo llegará la verdadera democracia?. Soy mayor, me doy cuenta que no lo veo bien, mal de cerca y borroso en la lejanía; tendré que revisarme los “progresistas”, ¡ah no!, perdón, que son progresivos, el caso es que consiga ver todo, futuro incluido, como lo ve D. Mariano. Mala vitola lleva el puro.

Mientras se debatía, en la calle, los de “la chispa de la vida” ratificaban que en su situación, de poco sirven las placenteras palabras aportadas por el Presidente en el debate.

Por el mar corren las liebres, por el monte las sardinas, tralará…

lunes, 17 de febrero de 2014

HOY HAN LLEGADO


Lo hicieron justamente ayer por la tarde. Venían de África, o al menos así nos lo han dicho siempre. Sí, pura rutina, son ciclos. Lo sabemos, se concentran en el litoral africano, y en bandadas más o menos numerosas llegan a la península. Una vez en territorio español, se distribuyen por su geografía. Van donde encuentran sustento fácil y donde puedan instalarse con la mayor comodidad posible.

Partieron casi a la vez que la última remesa de desesperación africana que intentó franquear la frontera, pero ésta lo tuvo más fácil que la humana. Sobrevolaron altas vallas, no sintieron las concertinas de la discordia, no acusaron botes de humo ni pelotas de goma. Solo se mojaron por puro deleite y no tuvieron que pagar con su vida el tributo de la soñada y ansiada libertad. Hablo de las cigüeñas del campanario que acuden todos los años a la llamada reproductora.

Cada 3 de febrero, festividad de San Blas, comienzo a observar cuando llegan; si pasan los días y no aparecen, recuerdo lo de… “Por San Blas, la cigüeña verás, y si no la vieres, año de nieves”. Seguramente nevará después de este día; no porque las cigüeñas no hubieran llegado en esa fecha, si no por el propio tiempo invernal de estas fechas, los ciclos cambian y hasta los refranes pierden vigencia. Antaño, se marchaban durante 3 o 4 meses. En los últimos años apenas nos abandonan poco más de un mes; seguramente sea debido al calentamiento global, que tiene la culpa de todo; ciertamente el tiempo ahora es más benigno y aquí encuentran lo que necesitan.

Llegaron en pareja, justamente después del bucólico día de San Valentín; era un 15 de febrero, festividad de San Saturnino. Nada más posarse, afanosas, comenzaron a acomodar uno de los nidos de la iglesia de San Lorenzo. La primera colocaba las pocas ramas que quedaban en orden, la otra iba y volvía con más ramas en su pico, grandes, pequeñas, dependía el tamaño para el arreglo puntual.

Ahora pasarán semanas de gran ajetreo, continuas idas y venidas ocuparan su tiempo…, primero comida, luego una rama, más tarde toca una lata de aceite, después algo brillante, una rueda de bici, una culebra…; es curioso lo que suben a las alturas, así que un nido en un tejado normal, por peso y por acumulación de excrementos, resulta un gran problema.

Una vez el nido esté remozado, la hembra pondrá unos cuatro huevos, que en el transcurso de un mes eclosionarán. Desde el mirador de mi casa, todos los años he visto uno o dos polluelos (excepcionalmente tres). Hasta romper la cáscara, la pareja se turnará en labores de incubación, y después, ambas se encargarán de la alimentación, realizando infatigables viajes. Por San Pedro y San Pablo toda la familia volará en busca de comida, y al caer el sol, ocuparán torres, pináculos y cabezas de santos en nuestra catedral. Ya de noche, volverán al nido, a pata coja otearán como la calle se vacía de personal. Por otoño acudirán atentas a los surcos removidos por de la reja del arado, y se posicionarán para atrapar cualquier animal que surja entre el vaho de la tierra, porque hasta entonces habrán basado su alimentación en diferentes vertederos, conocerán el sabor de la pizza, la hamburguesa y hasta el de la trucha al horno, porque culebras y ranas, cada vez consiguen  menos.

Siempre he escuchado que son fieles, vamos, que sus lazos de pareja duran toda la vida, que son monógamas y mantienen un código ético nada promiscuo. Vuelven siempre al mismo nido que dejaron la temporada anterior, si llega otra pareja, ocupará en zona aledaña otro gran nidal. Vemos espadañas imposibles con numerosos nidos.

Observarán desde su atalaya privilegiada los fuegos artificiales, indiferentes, sin inmutarse, dejarán resbalar la lluvia por sus plumas, y cuando los fríos comiencen a notarse con más severidad e insistencia, partirán hacía tierras cálidas en busca de la copa de aquel baobab o argán, los mismos donde dejaron sus nidos la temporada pasada. Alguna no volverá. ¿Alguien sabe dónde mueren las cigüeñas?. De moradores migratorios humanos de tierra africana si sabemos que algunos reciben a la “parca” mojados, intentando desesperadamente lograr su sueño, huyendo de la miseria a bordo de algo parecido a una barca en la que han invertido todo, intentan huir y a la vez olvidar luchas tribales y el injusto reparto de riquezas del mundo.

En contra de lo que piensen algunos, no lo hacen por fastidiar al responsable de la Guardia Civil, ni al ministro de turno, que han tenido que ir modificando e improvisando cual de las diferentes versiones se acerca más a lo que va apareciendo en imágenes. La realidad es que mientras no se ataque el problema desde el origen, promoviendo libertad, formación, empleo y generando recursos suficientes; a la hora de comer seguiremos asistiendo impasibles a noticias de ahogamientos, zozobras, cortes, saltos, muertes provocadas por la desesperación, algún acto heroico a cargo de la benemérita, y más de los mismo día tras día. Internet muestra un mundo diferente, irreal, pero no da de comer. Nos repartimos su tierra en sucesivas guerras, colocando en el poder marionetas sin escrúpulos movidas por intereses espurios, y cuando acabamos con sus recursos y no resultó interesante la participación en proyectos de futuro, los dejamos abandonados y desesperados, tanto, que no les queda más alternativa que poner tierra por medio. Historias de la historia.

Esta semana se habrá mezclado en las playas del sur el crotoreo ruidoso producido por el pico de la cigüeña blanca al comunicarse, ruido observado y seguido por miembros del Seprona, y enfrente, el estruendo de armas disparando pelotas de goma a cargo de unidades de intervención de la misma Guardia Civil cumpliendo a duras penas las órdenes impuestas.  Seguro que alguno de los que han perecido esta semana pasada en aguas españolas, vio surcar por el aire en vuelo majestuoso alguna bandada de cigüeñas, causándole envidia considerar que una vez llegaran las aves a su destino europeo, no tenían que ingresar en inútiles centros de internamiento, regularizar papeles, ni malvivir eternamente.

¿Se sabe de algún ilegal llegado a Gibraltar?. Nunca lo he leído. Seguro que el peñón dispone de leyes sobre inmigración muy severas que limitan su llegada, por eso es más fácil hacerlo donde la legislación es contradictoria. El problema no es solo de la nación receptora, si no de toda Europa (comunidad, viene de común). ¿No habría que exportar la alícuota parte de ilegales que entran en España, Italia, Grecia… etc., a cada país de la comunidad europea?. Resulta paradójico que esta Unión Europea nos afee la conducta contra la entrada ilegal (más bien los métodos empleados), y por otra, nada se haga si en algunos países, a un español, europeo (de momento), si no encuentra trabajo en tres meses, se lo expulsa dejando en nada la pretendida libre circulación de las personas europeas, ¿son problemas de letra pequeña?. Que hay mantener la legalidad, ¡sin duda!, de otra manera se nos irá de las manos, y algún colectivo, como siempre, será culpable del paro, la inseguridad, violencia, etc.; y pagarán tanta frustración, ha ocurrido así siempre.

Hasta el mito ancestral y creencia popular infantil  que las cigüeñas portaban y repartían bebés, también se ha utilizado históricamente para diferenciar clases: en época de esclavitud en Estados Unidos, se decía a los niños blancos que a ellos los traían las cigüeñas, y que los hijos de esclavos nacían de huevos de buitres. Libres, esclavos, pobres, ricos, castas…, causa de desavenencias, asesinatos, violaciones y movimientos migratorios imposibles de parar. La vida tiene estas incongruencias impensables cuando se redacta una constitución, un estado europeo o unos derechos humanos. La realidad, tristemente, es que los pobres y desvalidos hijos de un Dios menor siempre seguirán con la adversidad enfrente.

Me imagino los mismos días a andaluces grabando estos avatares como si fueran un espectáculo más, una chirigota irreal plena de dramatismo, verlos palmeando en el agua, gritando angustiados, certificando como algunos se pelean con la muerte al intentar pisar una tierra de esperanza, visualizando el duro viaje al pairo de mafias y condiciones duras para estas pseudo-embarcaciones, viajando hacinados en cayucos, con menores, embarazadas… y al mismo tiempo, también yo, desde mi mirador, ejerciendo de “voyayeur” al observar la pareja de cigüeñas blancas que tengo por vecinas, aves que en pura poesía llegaron un 15 de febrero para anunciarme que el duro invierno estaba pasando. Seguramente si fueran inmigrantes africanos no encontraría tal poesía en la vecindad. Recuerdo una foto que ganó un premio Pulitzer, era en una playa española, se veía una pareja tomando el sol, ambos en bañador, a escasos metros aparecía tendido el cuerpo inerte de un africano que a diferencia de las cigüeñas, vio truncado el legítimo sueño de conseguir una vida mejor. Posiblemente a los bañistas les hubiera dado más pena una cigüeña muerta a la orilla, es menos habitual y no salen en los informativos.


viernes, 7 de febrero de 2014

BAJAD EL PUENTE Y SUBID EL RASTRILLO, !MALDITOS!


           Pese a que a mediodía se colocan con su guitarra, hatillo y can, me gustan mucho más por la tarde.  Cuando el sol cae por detrás de la puerta de Santamaría de la catedral, y las farolas pares (las impares hace tiempo que no lucen en muchas calles), comienzan a iluminar la travesía, ellos se instalan en la calle Laín Calvo confluyendo con el arco que da acceso a La Flora. Enciende sus antorchas, desprendiendo olor a combustible barato y comienza a hacer malabares con ellas; otras veces realiza ejercicios de pelotas (sí, pelotas de goma, obviamente), mientras, el otro, anillado en la nariz y con más agujeros que un pasapurés, con salero encendido dice: “Échenos algo, aunque sea una bronca”, “es para pagar la póliza de incendios”, “pedimos ayuda para la caja de resistencia de los dientes”, dice mientras muestra su abandonada dentadura plena de huecos, que hace se remuevan sentimientos olvidados y rebusques unos céntimos en el bolsillo, y así diariamente van acumulando chascarrillos ingeniosos para “sobre-morir” a tanto despropósito.

Nos hemos vuelto a acostumbrar a ver pobres pidiendo por las calles. Seguían todavía los tradicionales de las iglesias, los de siempre, pobres de raza y nacimiento, pero a estos de “pedigrí” incuestionable se han unido músicos ambulantes, obligados indigentes leyendo libros por detrás del bote colocado al efecto, alguno solicitando su óbolo enseñando los descalzos pies; otros tararean algo ininteligible que acaba en comer, caridad o por Dios… Jóvenes cabizbajos, avergonzados y derrotados, arrodillados en medio de la plaza cuando más llueve. Hay otros rogando no se lleven los cartones que le sirven de perenne lecho, incluso vemos a algunos disfrazados de peregrinos pretendiendo ablandar el corazón de los que pasan; seguro que muchos viandantes transitan con similares problemas; pero no se atreven a pedir. Nos dicen que hay también mafias que como proxenetas de la pobreza controlan y defienden los puestos tradicionales más rentables (parroquias ricas y pontazgos exquisitos), y conocemos también perennes acordeonistas preludiando fiestas locales. Lo cierto es que a muchos en los últimos años no les ha quedado más remedio que olvidar sus oficios más o menos cualificados y reconvertirse en profesionales del pedir.

De todos ellos, de los habituales, me quedo con una joven, pizpireta, resuelta, artista, que con su violín toca música celta de manera primorosa. Me gusta también un guitarrista acústico con amplio repertorio (muy importante cuando convive debajo de tu ventana), y luego los dos descritos en los primeros párrafos, éstos, por su atuendo, calzado, perros y ejercicios, me recuerdan a los saltimbanquis medievales, y la verdad es que muy poco ha cambiado desde aquella oscura época.

Nos encontramos en un “estado feudal democrático”. Sí, los señores de la guerra siguen siendo igual de déspotas y ajenos a los problemas, mientras los cortesanos, al igual que entonces, siguen llevándose el ahorro y esfuerzo del pueblo, pero eso sí, ahora para más escarnio los elegimos nosotros cada cuatro años.

Es verdad que hay mucha similitud. Miren ustedes sobre sus ingresos lo que pagan de impuestos y comprobarán que el diezmo de otras épocas era una tontería. Ahora no nos esquilman las gallinas o el cerdo, pero si la vivienda, y además sigues debiendo dinero de por vida a la entidad, vamos, la usura medieval de siempre. Continúan los señores de armiño y seda – como entonces - saliendo a la calle con todo boato, carruajes, banquetes… y emulando a sus antecesores, lo hacen con su guardia pretoriana. ¡Menos mal que no hay cadalsos!, aunque algunos los pidan. Tenemos adláteres mesiánicos,  iluminados magos, algunas brujas malvadas, abades mitrados silenciosos y beligerantes con el poder (y viceversa), y quien quiere ser visir en lugar del visir. Mantenemos legisladores imponiendo más tributos y multas, incluso a quien pida o busque comida en contenedores; ¿si no tienen para comer, cómo van a pagar multas?. Tan solo nos falta un Robín Hood convertido en Tempranillo que ponga un colorín colorado a la penosa historia.

Mal futuro se presenta cuando nos hablan de recuperación y hoy, 4 de febrero de 2014, leo en la prensa cifras que en otro tiempo y con otra cultura hubieran servido para tomar al asalto el castillo, quemar la torre del homenaje y colgar en una pica la cabeza de sus opresores. 113.097 parados más en enero, la Seguridad Social ha perdido en ese mes 184.031 afiliados, ¿qué pensiones se podrán cobrar en el futuro?. Cuentan las noticias que un 30% de los niños están instalados en la pobreza, que se desmayan en clase por hambre, y que los comedores sociales están totalmente desbordados.

Estamos en un país de 47,27 millones de habitantes, donde sólo trabajan 16.173.610; de los autónomos, (incluidos en la cifra), uno de cada dos es pobre. Vemos que 2.000.000 de familias tienen todos sus miembros en paro, vivimos en una nación en la que la tan cacareada Reforma Laboral sólo ha servido para destruir y abaratar empleo, y el que está en estas bolsas marginales, con hambre y futuro incierto, muy poco le importa digan que se está saliendo de la provocada crisis, que todo es cuestión de tiempo, que creceremos dos décimas, que la prima de riesgo está baja, que el Ibex ha subido y que no nos van a intervenir; nada de esto sirve para mitigar el hambre o pagar la luz (esa es otra). Me suena a aquél que no daba de comer a su canario, y le enseñaba un anuncio en prensa: “Se vende alpiste”.

Sabemos que los ingresos familiares han bajado el 20%, que los salarios se han recortado de media un 10% y los “EMPLEOS A TIEMPO PARCIAL INVOLUNTARIO” han servido para que tener un trabajo más o menos fijo no sea suficiente para salir del umbral de la pobreza, ni tan siquiera para recuperar la caja de la tesorería. La realidad, la cruda realidad, son los datos expuestos.

Nos cuentan ahora (época pre-electoral), que van a bajar los impuestos. ¡Que no!, que como mucho se igualarán, que ya se encargaron de subirlos cuando en campaña prometieron lo contrario. También airearon que nunca hablarían de la herencia recibida y tras dos años seguimos oyéndolo como justificante. ¿No tenían la llave?, ¿no prometieron frenar el paro, y desde entonces hay más de 1 millón de parados más?, ¿no consiguieron mayoría por las promesas ahora incumplidas?. Sabemos que llegará un momento que se frenará y volverá lentamente a recuperarse,  y mientras, ¿cuántos cadáveres por el camino?.

Con una nefasta oposición que abrió el melón de la opresión y la injusticia, que ahora no se opone nada, con señores feudales coleccionando eufemismos que atentan contra nuestra inteligencia, fabricando leyes entre atanores y alambiques más propios de la “Alquimia El Trile” que de un congreso de diputados, y/o aplicando el “rodillo electo”, convierten todos los ingredientes en pócimas pestilentes y nauseabundas, tales como rebajar el IVA para el arte y por contra aplicar el 21% a lo más básico y necesario. Nos obligan a ejercitar pago, copago y re-pago en sanidad u otras materias; eso si, nos dan las gracias por los esfuerzos realizados, ¡si no nos podemos negar a pagar!; las gracias se dan a quien colabora desinteresadamente, si no suena a regodeo.

Sabemos de regidores – por ejemplo - que teniendo el deber de velar con celo por el cumplimiento de la ley, son ellos los que las incumplen fumando en el ayuntamiento y además con prepotencia jactándose de ello. Gobernantes creando en contaminadas redomas formulas magistrales que conviertan el fraude en activos de bancos malos (como si alguno hubiese con bondad), que luego venderán a la baja a sus amigos, y para mas escarnio asistimos a ver como los representantes de los trabajadores se llevan para su alhacena ingresos que eran para cursos de formación de parados, y emulando al poder, degustan langostinos y fino (estos sindicalistas, del anuncio de Rodolfo Langostino sólo entendieron lo del “llevááááme a casa”, dinero incluído). Con todo este cúmulo de leyes injustas y opresoras, solo nos queda gritar: ¡Bajad el puente y subid el rastrillo, ¡malditos!, que queremos entrar para arrasar el patio de armas!.

Se especula con la miseria y la pobreza, así no es de extrañar que en este barrio burgalés con nombre mezcla de medicamento y explosivo, la gente salga a la calle; ocurre que cuando no se tiene nada que perder, la masa se revuelve y muestra su enfado; lo del aparcamiento, seguro fue la espita y detonante para hacerse escuchar en un ¡basta ya! y poner en asedio y brete al castillo de los despropósitos.

Lo mío por edad es todavía más triste, solo me queda ponerme en una esquina, vestido de harapos, dejada barba, y con la mano extendida cantar aquello de La Bullonera:

“El pantalón sin culera,
tengo las abarcas rotas,
el pantalón sin culera,
el bolsillo sin un duro,
¡Buen invierno me espera!

Algo más sacaría.

¡Lástima, acertaron a mamar!, que dice un amigo.

lunes, 6 de enero de 2014

EL CÁNCER Y LA SOLEDAD


            Apenas un pequeño titular en el periódico local, poco relevante para una tirada nacional, no merecía la pena, los Gürtel, Urdangarines, Cristianos y Messis eclipsaron la noticia.

Sucedió al más puro gusto Carpanta; sí, lo más recurrente en viñetas de indigentes: un puente… y debajo, conviviendo, un par de dramas avocados por circunstancias propias: desarraigo, drogas, paro, alcohol…, y a todas ellas hay que añadir ahora una más: ¡Cáncer!.

La noticia era escueta. Uno de los grandes ríos, el Ebro, fue testigo de la tragedia. El improvisado hogar (va de eufemismos) consistía en una tubería de apenas un metro de diámetro y diez de longitud, fue este lugar donde Luis Huertas Castel dijo adiós a una vida anormal para esta tipología de marginación. Huertas tenía cáncer, lo sabía, era un cáncer “suyo”, propio, un cáncer que no quería compartir con su familia y mucho menos con su hermana que ya había perdido una hija por esa maligna, cruel y traicionera enfermedad, él también había sido testigo directo de la dureza y el drama que provoca y quiso evitarlo en lo posible. Cuando lo supo, abandonó su casa en Zaragoza y deambuló perdido en sus pensamientos, dando tumbos hasta que se instaló en un tubo, sí, un tubo de hormigón destinado a desaguar avenidas de agua y no un reducto dispuesto para ver como se lamen las heridas los desheredados de la tierra, aunque en este caso la condición sea por decisión propia.

Ángel – su compañero - conoció a Luis en 2007, dice que se iba a acostar cuando lo vio cabizbajo deambulando por las inmediaciones del Ebro y de su improvisada casa. Lo conocía de verlo por allí y de hablar sobre intrascendencias en alguna ocasión, pero esa noche se acercó a la embocadura y le dijo: “He decidido no volver a ver a mi hermana nunca más”, “bueno, pues vente para el agujero”, respondió. Como suele ser en este código no escrito, jamás le preguntó por su vida anterior y nunca supo de su enfermedad. 

Cuando ha fallecido contaba con 67 años; dice la noticia que se divorció y tenía como toda familia, una hija, dos hermanas y una sobrina; parece ser había contra él alguna reclamación pendiente por parte de Servicios Sociales. Ángel, su compañero de tubería asegura que adoraba a su hija y contaba: “Él quería ingresarle suficiente dinero para que se pudiera comprar un piso”. Se jubiló con 62 años y le quedó una pensión nada desdeñable de 2200 euros, con los ingresos de ambos compraban comida que compartían y guisaban en su precario reducto, otros días lo hacía en algún restaurante de la zona. Curioso es que por entonces Luis todavía trabajaba, y salía todas las mañanas de su “agujero” a cumplir la jornada laboral. ¿Qué pasaría por su cabeza?, ¡así es la sociedad actual, nadie sabe de nadie!. Con mis ojos y mentalidad no entiendo su situación, seguro que Luis además de la enfermedad diagnosticada tenía sus “razones mentales” personales e intransferibles.

Sus dos hermanas nunca supieron donde vivía. Hablaba con una de ellas y con su cuñado, pero cuidándose bien de que no se enteraran de sus condiciones de su vida. Les engañaba diciéndoles que vivía en un piso con un amigo… ¡un piso cilíndrico de menos de un metro de diámetro!. Cuando iba a verlos se acicalaba y se ponía sus mejores prendas, era cuestión de representar un papel, “estoy bien”, decía. Parece ser que hasta un momento determinado fue al médico, pero poco a poco dejó de ir, sabía que la muerte oculta entre juncales rondaba los ribazos del Ebro. Últimamente su hermana recibía las citaciones médicas (dejó esa dirección para correspondencia), y cada día que estaba citado, ella acudía con la esperanza de verlo en la consulta. Luis lo había decidido, no acudiría más.

Lo sabía y lo tenía todo previsto, dejó pagado su entierro y funeral cuando dando un portazo sin ruido a la vida pasada abandonó su casa en Zaragoza, ¡nunca quiso ser una carga para nadie!. Cuenta su compañero Ángel que nunca podrá olvidar lo que le dijo antes de encontrarlo esa tarde muerto: “Yo, en esta vida, ya no hago nada”. Asegura que nunca le habló de su enfermedad y añade que estuvo ingresado unos días antes del desenlace, exigiendo que no se lo comunicaran a ningún familiar. Buscaba la soledad por bandera, recibió a la muerte a “porta gayola”, sin aspavientos, mirándola de frente y enfrentándose a ella pensando: “Aquí me tienes, me llevas, pero a mi con mi soledad”.

El drama para la familia tiene que ser brutal, ¡no haber podido hacer nada por él!, no poder acompañarlo en sus últimos momentos, tocar su la mano…, disimular una lágrima…, hablar de lo injusta que es la vida…, lo cruel que es la enfermedad… Al vacío familiar hay que añadir los 1000 porqués sobre lo que pasa para que una persona normal acabe mal muriendo en una fría tubería, alejada de los tópicos de encarar “la parca” en una cama, arropado por familiares. Allí murió – quiero pensar – plácidamente, sin el lógico perro vagabundo de mirada lánguida aullando, él sólo allí arrullado por el sonido del agua, llevándose en su corriente al Mediterráneo los últimos pensamientos de este poeta de la enfermedad, especialista del silencio y casi un anónimo y atípico indigente que no fue noticia en la prensa nacional porque ¿a quién le importa quién vive bajo los puentes?.