martes, 22 de noviembre de 2016

EL PP DE PODEMOS

   
     ¡Al fin! ¡Ya tenemos legislatura! Tras casi un año, sus señorías se han dignado a ponerse el mono de trabajo para justificar su sueldo. Hasta ahora se lo estaban llevando by the face. Ha resultado un año preñado de frases lapidarias, ocurrencias estúpidas, pactos impensables y ataques gratuitos. PSOE, Ciudadanos, Podemos, PP… cada partido haciendo su purga particular. Algunos hasta traumática.

     El título del artículo viene a cuenta del “Puro Postureo”, (PP), que bordándolo, desde sus orígenes ha empleado el partido de los indignados callejeros (aunque indignados creo que estamos todos). Se trata de salir a los medios con el correspondiente corolario de frases ampulosas, retóricas, manidas, el complemento a la bazofia descalificadora tan habitual, muy del gusto de sus acólitos. Dominan los gestos estudiados: no voy de corbata a saludar al rey ¡descamisaos!, (que diría Guerra), pero a la entrega de los Goya me acicalo con pajarita, de paso, voy censurando unas actuaciones y justifico otras similares porque me convienen ¡Viva Maduro!

     Leí en algún lugar que no se debe formular la frase ¡No se puede ser más tonto!, porque muchos lo toman como un desafío, y así de idiota ha resultado el espectáculo del hemiciclo ante la presencia del “ciudadano Felipe VI”, donde mostraron al completo el estudiado catálogo de desaires, y sacaron a la palestra el tratado de mala educación. El día de la apertura trajo cosas que no me dejaron indiferente. Hubo en el hemiciclo - por tocar los los güevos - una bandera republicana; ¡salud y república! pensó Iñaqui Bernal, sin considerar que no era el día. Otra que también resultó teatrera, fue su señoría Bescansa, ya que aunque republicana, considerará a su hijo el rey de la casa, (mi madre pese a la insistencia vecinal, jamás nos pasó de coroneles). Estuvo Carolina a la altura esperada, demagoga y a vueltas con las tiernas criaturas: “Ayer dos niñas asistieron al hemiciclo y no pasó nada”. El jornalero Cañamero (sin haberlo pensado, me ha salido un pareado) se enfundó amplia camiseta, negra, para que resaltara lo escrito: “Yo no voté a ningún rey”. Lo creo, con reparos, porque allá por el año 1978, el 87% de la población si lo hizo, aunque seguramente más por  incertidumbre y miedo, que por convicción propia. Podría decirle a él lo mismo, no le he votado, y tengo que verlo dando la nota en el escaño.

     Tenía razón Abraham Lincoln cuando decía: “La filosofía del aula en una generación será la filosofía del gobierno de la siguiente”. Miedo da que algunos de estos politólogos derivados a políticos se dediquen a la enseñanza. Alguien que imparte docencia, al menos debe mostrar educación, pues no se puede pretender tener jóvenes educados cuando su magíster no lo es. Pero ellos están tranquilos y  creciditos: “Vamos a necesitar entendernos con el PSOE para gobernar”. Como compañeros de viaje sería lo último que le faltaba al Partido Socialista para completar su completa desaparición. Ocurrirá lo mismo que sucedió en el PCE, ya que lo que había logrado Franco durante años, lo consiguieron los dirigentes comunistas en un momento.

     A mi  modo de pensar, que no es dogma, no era lugar ni ocasión, ni tan siquiera resultaba necesario mostrar tamañas actuaciones que rayan en lo ordinario: parlamentarios que no se levantan, alguno que se vuelve de espaldas, otros que no aplauden..., encima nos dicen que no estuvo orquestado y que fue tan solo “una decisión personal, no planificada”, ¡claro!, como la de acordonar el Congreso. Menos mal que D. Rafael Hernando Fraile, como sabemos todos, hombre comedido, de verbo pensado, y alta mira intelectual, con la exquisitez dialéctica que tanto le caracteriza, y en ejercicio de mayor estupidez si cabe, para quitar hierro, los llamó payasos. ¡Pobres clowns profesionales!, infravaloran su generosa profesión al compararlos con aficionados mediocres.

     Teatro de Iglesias, teatro de Susana, teatro de Mariano…, todo está enfocado de cara a la galería. Se trata de envolver las actuaciones en ese neologismo válido de nuevo cuño llamado postureo. Seguramente más pronto que tarde, tendrán que dar una vuelta de tuerca con algo de mayor impacto, y de cara a la posible imagen que muestren en el futuro, estoy ansioso por ver a Pablo con las “ingles brasileñas”, a Rita en sugerente picardías, a Hernando vestido de Superman, y a Susanita con el ratón chiquitín, defendiendo a Griñán y a Chaves ¡pobrecitos!.
 
     Han tomado buena nota, y hasta que no tengan mayoría suficiente para cambiar el reglamento del tinglado, seguirán diciendo frases de dudoso nivel intelectual y ejerciendo el manido postureo. Hay que indicarles que solamente hay dos alternativas: o seguimos como estamos, o hacemos recuento cada año del pensamiento y voto republicano, o monárquico, ¡claro!, de todo aquel que cumpla 18 años. De paso, anualmente podemos decidir si somos una nación de naciones, si Euzkadi debe volver a conformar aquellas tres provincias vascas, si Castilla y León debe retornar a las seis provincias que antaño conformaban “la Vieja”, o si la ley del aborto es compatible con sus señorías. Sencillamente, ahora el juego tiene unas reglas definidas, y si no se van a aceptar, lo mejor es no participar, al menos con ese talante.

     Con este modo de actuar, Podemos primero fagocitó a IU (ahora Garzón está liquidando de saldo y por cierre los inmuebles ), y luego no tuvo reparos para no aliarse con el PSOE pensando en el posible sorpasso que lo pusiera el frente de un ejecutivo de izquierdas, claro que el tiro salió por la culata.

     A los de Pablo Iglesias, (el nuevo, porque el otro se estará revolviendo en la tumba) con el debate particular y cruento de posturas enfrentadas entre la abstención o el ¡no a Rajoy!, tras “cepillarse por el morro” a Sánchez, han derivado en una limpia traumática, al menos para algunos, porque para depurar acciones han aplicado un triple o cuádruple rasero: Meritxell Batet y Sofía Hermoso han pagado con la denostación y entrega de cargos (ambas han sido expulsadas de la dirección del grupo socialista parlamentario en el Congreso de los Diputados). La díscola Zaída Cantera incomprensiblemente, en puro postureo  fichada por Pedro, debía pagar alguno de los cacharros rotos, así que ha sido relegada de la Comisión de Defensa, ella, que sabía más del ejército que la mismísima Cospedal, que ¡ya es decir!. En la misma tacada, Sofía Hernanz, Susana Sumelzo, Luisa Carcedo, José Zaragoza y Pere Joan han pagado sus apoyos al anterior secretario general, pues han sido implacables con todos ellos.

     Otros han sido sancionados económicamente, sin más, y los socialistas catalanes, que para eso es el PSC, como no podía ser de otra manera, han salido indemnes de sanción; el dictamen de la gestora (con la tapada Díaz dirigiendo) casi recuerda a la sentencia de Carlos I en la Guerra de los Comuneros:  “Condeno sin enjuiciarles y con sentencia inmediata cuarenta y nueve comuneros de mas talla, a morir sin son seglares…”, pero si son de Iceta, cambia el asunto.

     Así debe ser, que se entere todo el mundo de la autoridad y el mamoneo de una gestora que corta y pega sin inmutarse. Menos mal que el Llanero Solitario y ambiguo Sánchez, con el coche gripado, se ha puesto en carretera emprendiendo - cual Ave Fénix - la batalla para quitar las riendas del partido a los medidos golpistas ¡Mala vitola trae el puro!, pues casi no nos acordamos ya de su cara. Mientras, don Felipe, el González alejado de la pana y acomodado en lujosa poltrona y mejor sueldo, sigue prodigándose en medios de comunicación en plan fraternal, impartiendo consejos y clases magistrales, quitando y poniendo secretarios generales con lucidez particular, y de paso esparciendo mierda contra quien no es de su cuerda. ¡Coño, que hablen las bases!

      He hablado de PSOE, IU y Podemos, pero el PP también tira de “postureo” para tapar la corrupción. Lo de Fernández Díaz ha sido para nota, ya que como no le van a votar para el puesto, lo colocan en una comisión que no haga falta sufragio, y ¡como Dios!

     Lo malo de los partidos políticos es que nos quieran explicar continuamente sus cuitas, como si fuéramos borregos: ¿verdad don Albert que se podía votar a Rajoy? ¿Verdad senyor Rufián que se puede explicar el apoyo a la derecha en Cataluña, para criticarla con dureza en Madrid?, como bien decía el pastor a su rebaño: “Da igual del partido que sean, lo llevan en los gérmenes, son políticos y no se puede esperar más”.

     Calentito, de ahora mismo: Cifuentes, jaleada por su coro, aparece gritando a los cuatro vientos que son los madrileños quienes pagan la sanidad de los andaluces, como en pretéritos momentos, los Guardias Civiles (fuera de servicio) son atacados en Navarra, mientras, algún político residual va poniendo en solfa que fueran agredidos, (lo dirán los tribunales), y de paso llama borrachos a los beneméritos que acabaron hospitalizados. Entretanto el atribulado españolito de a pie, permanece con el esfínter encogido pensando en la subida de impuestos que nos depararán sus señorías, y a mayores sufriendo por la posible supresión de los memes humorísticos en los medios informáticos que tanto se burlan de los pobres diputados.

     Estén tranquilos, los padres de la patria ya se han repartido carteras, portavocías y comisiones de las que ausentarse y/o no acudir; ya tienen su tablet y Iphones flamantes, las dietas correspondientes, y los “gintonics” a precio arreglado en el bar del Congreso,  pero ustedes no se desanimen, también para el sufrido votante, el Corte Inglés ha encendido su lucernario al completo, está a punto de llegar el Black  Friday, hemos visto ya el anuncio de la lotería de Navidad, y se avecinan los derbis futboleros, ¡todos felices con el opio del pueblo!, así que preparen ya el turrón, uvas, confeti…, decidan si el cava debe ser catalán o de la Ribera (por aquello de la financiación de la independencia), engrasen el matasuegras, y como si fueran verduleros diputados un día de sesión parlamentaria animada, dispónganse a discutir con sus cuñados, eso sí, el 28 de diciembre, celebren con solemnidad la onomástica de los Inocentes, porque aquí pasa y pasará como en EEUU, lo bueno es que cualquiera puede llegar a presidente, lo malo ¡que es verdad!

     De la “marca blanca” del PP, como llaman a Ciudadanos, de Compromís, de Bildu o de Coalición Canaria, por no saturarlos  y para que dejen de llorar, mejor dejarlo para otro día.

     Mientras, para tranquilizarnos, el Partido Popular seguirá durante los próximos años con su mantra particular: “Sabemos que es lo que hay que hacer, y por eso hacemos lo que hemos dicho que íbamos a hacer, y por eso seguiremos haciendo aquello que nos toca hacer…”, ante tan docta locuacidad y rotundidad machacona, ¡me quedo más tranquilo! ¡Ánimo, ya queda menos para las siguientes elecciones!, para cuando lleguen, o se lo piensan mejor, o busquen directamente la kriptonita.

lunes, 24 de octubre de 2016

IÑAKI, HONORIS CAUSA

   La decisión no resultaba nada fácil, el mismo día, la misma hora, y dos grandes comunicadores nombrados Doctor Honoris Causa por la Universidad de Burgos; dos monstruos de la comunicación iban a compartir conocimientos con los asistentes. ¿Mario o Iñaqui? ¿Iñaki o Mario?; difícil acertar.

     Vargas Llosa resultaría cautivador y único, pero compartir impresiones y pensamientos con el gran Gabilondo tras la crisis de identidad y deriva del Grupo Prisa y del “El País” me ponía mucho más. Seguramente si mi esposa fuera fiel seguidora de revistas de peluquería, hubiera puesto algún reparo a la decisión tomada prefiriendo ir al acto de Vargas Llosa, ya saben: “Pues no se que ha visto la Preysler en él”, o “la filipina se mueve por interés, ¡a la vista está!, “aunque está interesante, tú, Paco, estás mucho más joven”… “y ¿como me ves tu a mi en comparación de Isabel?”, ¡no!, de la Pantoja no, hablo de la Preysler, Paco”.

     El salón abarrotado, gente de pie, otros sentados en el suelo, en su mayoría universitarios de juventud insultante, de los que gran porcentaje afirmaba estar matriculado en Ciencias de la Información, todos formando parte inexcusable de un auditorio expectante y ávido por formular preguntas al afable y taimado locutor. Los últimos acontecimientos de carácter fascistoide en Universidad Autónoma contra Felipe González auguraban una tarde animada.

     Reconozco que he sido asiduo lector de “El País”, pero también ojeo ABC, La Vanguardia, El Plural o cualquier otro medio de comunicación, pero refiriéndome a política, los cambios editoriales del diario presumiblemente progresista, han descolocado a muchos que tachan ahora la publicación como “más de derechas que el caballo de Espartero”, recordando la entrada del general al Congreso para imponer sus ideas. La inercia tomada se agravó con el despido de Fernando Berlín tras 18 años de colaboración. Pese que el afectado en su momento achacó su salida a “batallas ideológicas”, lo cierto es que muchos sectores  han colocado como incitador del despido a Juan Luis Cebrián (acompañante de Felipe González en la Autónoma). A este respecto uno de los asistentes formuló la que denominó como pregunta incómoda; fue la única respuesta en la que Gabilondo contestó de manera políticamente correcta,  más que con convencimiento propio. 

     La cosa en Prisa no es de hoy, viene de largo; motivos empresariales, de negocio  e ideológicos han producido desencuentros impensables que se han manifestado con menos vergüenza y con desmesurado partidismo al tratar el presumible engaño de Sánchez a González, apostillando en demasía por la abstención en la elección de Mariano a la presidencia de gobierno. A muchos socialistas, aunque actualmente no generan aquella euforia de lustros pasados cuando gritaban: “Alfonso, ¡dales caña!”, tampoco les atrae cambiar cromos con la derecha, y así está el partido !partido!... y el periódico !desgajado!.

     Hablaba de comportamientos fascistas porque ya sean de derecha o de izquierdas el término ampara a todos aquellos que impiden que alguien se exprese en libertad. Cuando se escuchaba en los pasillos universitarios: ¡vosotros, fascistas, fuera de la universidad!, veía a los “grises” de la década de los 70 cuando irrumpían a porrazos en las aulas. Con la cara encartonada recordaban más al Ku-klux klan que a jóvenes estudiantes, llegando incluso a pensar que los epítetos se los lanzaban entre ellos mismos. El periodista de San Sebastián dijo al respecto a la joven audiencia que no coqueteen en la universidad, ni en ningún ámbito, en contra de la libertad, pues la Democracia llegó con el esfuerzo y consenso de fuerzas impensables, y es algo por lo que hay que trabajar cada día porque no tiene cargo vitalicio.

     Apetecía conocer sus impresiones sobre la política actual, tan enmarañada, tan artificial, porque ya sabrán que al igual que ha ocurrido con los grandes inventos o descubrimientos arqueológicos relevantes, casi siempre se han producido por “no profesionales”, y en política sucede algo similar, pues no son los elegidos en las urnas los que más saben (a la vista está), los politólogos apenas barruntan tendencias, porque en mi opinión, la profesión de politólogo no vale para vaticinar, tan solo sirve para argumentar una circunstancia a toro pasado, analizando a posteriori que los datos eran sintomáticos, y el resultado inevitable. Es así, dentro de estos géneros pocos “se forean”, que dicen los jóvenes, y es que el gran maestro de la radio comentó que “hoy en día gobernar es llevar la contabilidad de un país”. Es cierto, todos los datos son así: “hemos subido el IPC el 3%”, “ha bajado la gasolina unas décimas”, “no es relevante lo que se ha quitado en dependencia”, “para el 2060 el número de jubilados y parados será superior a de empleados y nacidos”…, y hasta Rajoy en un ejercicio contable estúpido matizaba: “Señorías, para evitar algunos equívocos, conviene recordar como se gasta el dinero público. De cada 100 euros que se gasta el estado, 63 se dedican a gasto social. 26 euros de cada 100 a pensiones, 14 euros de cada 100 a sanidad, 9 a educación, 8 a otros gastos sociales, y 6 a prestaciones por desempleo”, lo alarmante de ello es que sumando nos encontramos que da 126. Como disculpa dijo: “Todos los que hablamos mucho corremos el serio riesgo de equivocarnos”.

     Gabilondo hizo lógicamente una encendida defensa de su medio, dejando notas espontáneas con gran carga de profundidad, frases del tipo: “la radio se hace desde el suelo”, “las figuras de la radio han tenido más peso de referencia que las de televisión”, “el sentido de la vida es el protagonismo de la acción”, y lanzó otra que, para los que vivimos en filas cuarteleras los nerviosos balbuceos democráticos, estaba plena de razón: “el periodismo es a la vez hijo y padre de la Democracia”. Agradeció a los escuchantes: “porque ustedes nos meten en su coche, en su baño, y hasta en su cama”, “porque la radio es el único medio que permite hacer otra cosa a la vez”, y es verdad, yo con las ondas he trabajado, he hecho deporte, he escrito, y hasta he amado, porqué ¿quién no ha escuchado entre sábanas: ¡Estás a la radio o a lo que estás?, ¡Al plato o a las tajadas!... a las tajadas ¡claro!

     Otro de los temas centrales tratado fue la inquietud que depara el futuro a la masa estudiantil. Fueron varias las preguntas formuladas. Gabilondo lanzó mensajes de ánimo propios de quien ha estado a pie de obra veinticinco años, levantándose a las cuatro de la mañana para tener informado a un país de los acontecimientos y vicisitudes diarias. Dijo a los jóvenes que no hagan caso de titulares a futuro, “porque la clave de todo está en lo que está pasando, pero lo que está pasando, se va”, y “la idolatría del ahoramimismo y del cortoplacismo es una imbecilidad porque el futuro no está escrito, se forja cada día en función de lo que hagamos”, "nosotros, los mayores, no tenemos ya futuro, pero vosotros lo tenéis todo por delante". Respecto al rollo pena que impregnaba el ambiente, ratificó que “ninguna generación ha sabido muy bien que hacer con su vida”, pero que ésta es “la primera que echa en cara a la anterior el país que les han dejado”, ¿Qué podíamos censurar nosotros a nuestros padres cuando nos entregaron el final de una guerra sin cicatrizar, miles y miles de muertos, hambre, piojos, dictadura y resentimiento? Vino a decir que no pueden quedarse solo con el “lamento del cabrón”, que deben tener la mirada en Cinemascope, que la vida debe esperanzar, que nada hay gratis y que hay que pelear como siempre se ha hecho. Es verdad. Jamás ha existido un árbol que el viento no haya sacudido, e incluso en ocasiones los troncha, pero al poco vuelven a salir brotes con fuerza.

     Para finalizar reseñó dos palabras, una para el capítulo político y otra para el temor futurible estudiantil: a los electos en las urnas aconsejó que recuperen el término DECENCIA, y a los jóvenes apáticos que supriman de su vocabulario la palabra FÁCIL ya que nada resulta así, ni el inglés de los anuncios es fácil, ni la cocina resulta fácil, ni montar la maqueta del Victoria… y la vida menos aún.


     Punto final y aplausos a reventar.

viernes, 30 de septiembre de 2016

ESTAS HERIDAS TARDARÁN EN FERRAZ

     ¿Quién dijo que la política era aburrida?

   La izquierda española (PSOE y Podemos) parece que ha desempolvado el vinilo de “La Internacional”, y cuando han escuchado la estrofa “agrupémonos todos en la lucha final”, han pensado que la cosa debía ser entre ellos, y los miembros de sus órganos de dirección la han emprendido a gorrazos.

     Soy más de Santiago Apóstol que de san Pedro “mártir”, pero Sánchez nunca lo ha tenido fácil. Desde el primer minuto tuvo que lidiar con los populares y más tristemente con el acoso de demasiados miembros en su propio partido. Siempre ha estado en entredicho, su secretaría general ha estado sujeta por endebles alfileres, y las maniobras sibilinas de la heredera de los Eres andaluces tampoco han ayudado demasiado. Las luchas ya son a “calzón bajado”, hoy mismo hemos escuchado a Verónica Pérez (andaluza y susanista), presidenta de la Mesa del Comité Federal Socialista afirmar: “No quiero pensar que nadie está secuestrando al Comité de Garantías del partido”, para salir posteriormente a los medios y con rotundidad remachar: “la única autoridad  en el PSOE soy yo, les guste o no a algunos”. A mi la verdad es que me ha recordado demasiado el 23 F. Lo cierto es que con todo este barullo, en un futuro inmediato no se podrá reprochar a los socialistas que nadie dimite en este país, para un concurso de méritos queda el dato: ¡Hasta 17 en un día!

     La alternancia en este país ha sido histórica, tanto en el poder como en la corrupción. Si el socialismo pasado tras ver lo de Matesa nos dejó casos como Filesa, Malesa o Time Sport, el PP se ha ido revalidando en estas materias con mejor nota, para nuestro desconsuelo, en las filas de los populares no dejan de salir casos y casos escandalosos, muchas de las veces amparados y bendecidos por su cúpula, acciones que en cualquier país normalmente democrático hubieran generado decenas de veces la dimisión de su presidente: prevaricación, blanqueo, destrucción de pruebas, martillazos en los ordenadores, malversación, espionaje, obstrucción a la justicia, financiación ilegal, caja B, no dar explicaciones en el Congreso… Blesa, Rato, Bárcenas… Si la alternancia en el poder para próximos ejercicios se centra entre el partido más corrupto jamás visto (por número de casos), y el de la lucha cainita, ¡Apañados estamos! ¿Todavía nos preguntamos por el ascenso de Podemos y Ciudadanos?

     Parece que los “viejos” poseen la razón por definición: “cristianos viejos”, “camisas viejas”, “la vieja guardia”…, y los ex-presidentes creen estar investidos de sabiduría y razón al por mayor. Pasa casi siempre lo mismo, el señor Aznar hace unos meses, cuando a don Mariano no le fue tan bien en las urnas, largó lo indecible. El Aznar particular de don Pedro ha sido el adalid de la puertas giratorias: Felipe González, un socialista que debería haber pedido la baja en el partido tras su ingreso en Gas Natural cobrando un sueldo con bastantes más ceros que el salario mínimo interprofesional, máxime cuando dijo que esta actividad laboral le aburría, y que él apoyaría que se prohibieran estas prácticas. ¡Todo un ejemplo de socialismo!

     Al Partido Socialista actual le pasa como a uno de esos pueblos, llámense Santillana del Mar o Villanueva de las Carretas; los de Ferraz actuales ni son socialistas, ni son obreros y en poco tiempo no serán ni partido, pues acabarán como en “La vida de Bryan”. Recuerdan cuando en el circo romano el protagonista intentaba vender morros de nutria a algunos políticos y se producía la siguiente conversación: ¿Sois del Frente Judaico Popular? … ¡Vete a la mierda!... ¡somos del Frente Popular de Judea!... a los únicos que odiamos más que al pueblo romano, es a los cabrones del Frente del Pueblo Judaico,… y, al Frente Popular del Pueblo Judaicoy al Frente de Judea… ¡Disidentes! … ¡El Frente de Judea somos nosotros!... ¡Creí que éramos de la Unión Popular!… Vamos a ver más bajas que en el Frente del Ebro y van a surgir más facciones que en la Falange.

     Tras casi un año sin gobierno la situación política española está más cerca de cualquiera de las películas de los Hermanos Marx que de “Matar a un ruiseñor”. Los últimos acontecimientos pueden quedar reflejados en dos escenas, una de ellas acontece en “El camarote de los hermanos Marx”, es cuando el orondo ayudante de plomero accede al atestado y minúsculo recinto, y genial Groucho le dice: “Puede ir abriéndose  paso con el martillo”, la segunda transcurre en el Oeste: ¡Traed madera!… ¡Es la guerra! 

     Para que nos enteremos menos de lo que va a suceder, respecto al artículo 36 del reglamento del partido, como siempre sucede en estos casos, la letra está sometida a interpretación: ¡dice esto!, manifiestan los unos, ¡No, justamente expresa lo contrario! dicen los otros. Más meridiano lo tenían los cómicos en “Una noche en la ópera” cuando leían: “La parte contratante de la primera parte, será considerada como la parte contratante de la primera parte”.

     Muchos socialistas se han hecho “caquitas” ante un posible frente de Izquierdas, y la ambigüedad del secretario general aclara poco a las bases: “No a la abstención, y no a las terceras elecciones”, ¡Pues ya me dirás!. Si lo pretendido es formar gobierno con ochenta y cinco diputados  y Podemos, no le va a quedar más remedio que pactar con nacionalistas, independentistas, partidos minoritarios y/o “tocagüevos”, y la situación en la que quedará la centenaria agrupación es preocupante, y como no existen los Partidos Socialistas de Centro Derecha, ni de Centro, ni de Centro Izquierda, por esa duda, lo tiene crudito el PSOE, ya que si se abstienen en una investidura a favor de Rajoy, muchos se sentirán engañados y no entenderán el cameo con la derecha, cambiando la pilila de parroquia, y si no lo hacen, otros tantos entendiendo que no es bueno para España, harán lo propio. Es cierto que la ambigüedad política respecto a su rumbo ha descolocado al personal, el partido que fundó Pablo Iglesias surgió para recoger el descontento del obrero y del proletariado de entonces, esencia que han ido dejando sus modernos dirigentes por el camino, bien por sus comportamientos o por la confusa indefinición ideológica, algo de lo que se ha aprovechado el nieto del fundador.

     Si todo se va apañando de manera artificial, comenzarán a decir que hay que apoyar al partido, aunque más partido de lo que está... Lo pretendido ahora por Sánchez es que las bases se manifiesten, mientras, paradójicamente, los críticos han aprendido mucho del venezolano Maduro, al que tanto ningunean, y para evitar el voto de las bases, aducen que el oficialista debe dimitir para dejar una gestora al frente, vamos, que la voz de los afiliados se la trae al pairo. Recordar que Sánchez fue el primer secretario general elegido por la militancia, y ella debiera opinar para destituir o ratificar.

     Ahora que Pedro se niega a dimitir, la abnegada “dama de hierro” andaluza se ofrece para “reponer la fraternidad”  y ayudar a “coser el roto” de lo que quede del partido, abogando por un congreso al más puro estilo Rajoy, sin prisas. Hay que decir a Susana que los rotos surgen por desgaste o por desgarro, y que cuando uno quiere ser califa en lugar del califa, hay que ser valiente y decirlo, matizando la postura personal de cara a una investidura de derechas. La solución salomónica pudiera pasar por dejar que cada diputado socialista votara en conciencia, convocar las bases, elegir al Secretario General, ratificar una definición ideológica consecuente con las siglas, y ejercer la oposición responsable en la que les han colocado los votos, para posteriormente demostrar con sus acciones que si pueden merecer la confianza de los votantes de izquierdas. 

     Mientras tanto, con don Mariano cómodamente sentado esperando acontecimientos, el PP se muestra afligido, paternal, comprensivo y magnánimo. Todo le vale y de cuando en vez su presidente apelará al talante, sacrificio, y responsabilidad debida de partidos opuestos para “salvar a España”, los mismos conceptos que para desesperación de Aznar I, eludió cuando ante Felipe VI Rajoy se rajó de mala manera eludiendo formar gobierno, y votando en contra en la fallida investidura de Sánchez. No le salió mal,  pues a continuación el acojono por el Brexit le dio más diputados en las segundas. El santiagués es paciente y puede aguantar elecciones hasta lograr una mayoría y más puestos en Congreso y Senado donde colocar a aforados necesitados de amparo judicial, y es que en el PP se frotan las manos pensando que hagan lo que hagan, todo les viene bien. Si hay terceras elecciones, pese a lo descrito anteriormente, consideran que mejorarán resultados, y si triunfan en sus aspiraciones los críticos socialistas, habrá abstención ¡De puta madre!

     Hay que recordar a todos, que en política sucede como en el fútbol, los que arengan a jugadores, entrenador y presidente, dándose golpes en el pecho, agitando banderas y besando el escudo si ganan,  son los mismos que cuando pierden, a la salida esperan  para increpar y llamar vagos e hijoputas a todo lo que se mueve y, es que como dicen las estrellas, los fugaces somos nosotros.

     Mientras unos siguen a la greña y otros siguen eludiendo responsabilidades colocando de senadores aforados a presuntos delincuentes, los de a pie continuamos escuchando ruidos de independencia que amplifican la preocupante cacofonía de las dos Españas irreconciliables.


     Decía el cantante: “Harto ya de estar harto, ¡ya me cansé!

viernes, 23 de septiembre de 2016

HARÁN FALTA CARRILES PEATONALES

    Ahora las bicicletas no son solo para el verano, también lo son para aceras de ciudades en cualquier época del año.

     Se ha celebrado recientemente el día sin coche, ¡que guay!. Salimos eufóricos a las calles entre maillots, manillares, pedales, piñones y cascos (quien lo lleve), ¡que felicidad!, por un día circulamos autorizados por tramos de carretera que se muestran atomizadas de ciclistas. Reivindicación, colorido, animación, globos… y mañana volverá nuevamente la desesperación entre peatones.

     Imaginen la secuencia diaria: calles dedicadas exclusivamente a peatones, un logro que pese a los beneficios que suponía tanto costó justificar, y ahora en un totum revolutum toda la ciudad se muestra con gente de a pie conviviendo en mala simbiosis con cierto anarquismo por parte de algunos de la biela, lugares antaño de uso exclusivo para paseantes donde hoy pululan “artistas” de la bici que zigzagueando alegremente, temerariamente y peligrosamente, circulan a velocidades desmesuradas realizando maniobras imposibles, van esquivando al personal que asiste atónito al espectáculo, pedalean sin pensar lo impredecible que somos los humanos así como lo indefensos y frágiles que resultan niños y ancianos.

     Como dice un gran amigo, el péndulo tiene la culpa de todo porque nunca permanece en la mitad. Sucede siempre lo mismo: primero se aboga por los beneficios que genera y se crea la necesidad, luego se exigen los obligados derechos e infraestructuras, posteriormente se legisla de manera chapucera, entonces se hace la vista gorda por parte de la autoridad, y al final, los previamente vituperados  y marginados se hacen con la situación, el conquistador con ruedas impone sus normas, y el derrotado peatón ve agredidos y recortados sus logros, y lo más triste, no puede alzar la voz sin pecar de obtuso. Sí, muchos ciclistas circulan anárquicamente por zonas peatonales exclusivas, no se nos puede olvidar que las bicicletas son vehículos, y como tal deben regirse con las normas obligatorias en materia de circulación. ¿Cuántos ciclistas cuentan con seguro?, porque cuando hay un accidente todo son problemas.   

     No soy sospechoso de ser “anti-bici”, pedaleo más kilómetros que muchos de los que ahora han tomado al asalto nuestras calles y paseos, pero también intento disfrutar día a día caminando por la ciudad y alrededores. La pregunta es: ¿Para qué se han ejecutado tantos kilómetros de carril bici si tan solo los utilizan unos pocos respetuosos? ¡Cuánto dinero gastado estérilmente!

     Como esposo tengo pánico que alguien atropelle a mi compañera, como hijo sea mi madre la accidentada, como padre tengo temor por mis hijos, por ser abuelo tengo terror a que le suceda a mi nieta, y como egoísta que soy, no quiero pensar que mis tripas se vean envueltas entre los radios de unas ruedas.

     Sirva un ejemplo: si vas por el paseo del Espolón o por la Quinta, lo normal es que algunos irresponsables de “coulotte”, pese a tener carril bici paralelo, convivan con los de a pie, pero si pones un pie en su zona habilitada, las voces se escuchan hasta en el cielo. Como ciclistas abogamos por que los coches nos adelanten dejando 1,5 metros, mientras algunos incívicos que padecen de “astigmapeatonalismo” exacerbado nos sobrepasan a escasos centímetros mostrando a partes iguales presunta habilidad e imbecilidad a raudales.

     De caminante voy asustado, pero cuando llego conduciendo a un paso de cebra, el temor se transforma en verdadero pánico, y no por los peatones, sino por ese ciclista incontrolado, que como ejemplo de ecologista coñazo e irrespetuoso con la norma, aparece montado en su máquina infernal a toda velocidad, cuando en realidad debería cruzar a pie pues para eso son  “pasos de peatones”. Otros tantos, si circulan por la carretera son especialistas en saltarse semáforos en rojo y pedalear por dirección prohibida, y para una vez que un agente sanciona la acción, la noticia se refleja en todos los medios, ignoro si por rareza o porque nos la cogemos con papel de fumar.

     Resumiendo, recuperamos con polémica parte de la ciudad en beneficio peatonal y ahora esta se ha convertido en velódromo y pista ciclista incontrolada. ¡Apañados estamos! O ponemos remedio ordenando y sancionando situaciones anormales, o las bicicletas se harán con la ciudad para desesperación de caminantes. Entonces solo quedará solicitar que en la misma correspondencia nos dejen utilizar como peatones los rojos caminos; señores alcaldes manifiéstense.

     Al final habrá que solicitar ¡carriles peatonales !... y obligación de casco para los andarines, claro.


     Bueno, me voy a dar un paseo.