¡Al fin! ¡Ya tenemos legislatura! Tras
casi un año, sus señorías se han dignado a ponerse el mono de trabajo para
justificar su sueldo. Hasta ahora se lo estaban llevando by the face. Ha
resultado un año preñado de frases lapidarias, ocurrencias estúpidas, pactos
impensables y ataques gratuitos. PSOE, Ciudadanos, Podemos, PP… cada partido
haciendo su purga particular. Algunos hasta traumática.
El título del artículo viene a cuenta del
“Puro Postureo”, (PP), que bordándolo, desde sus orígenes ha empleado el
partido de los indignados callejeros (aunque indignados creo que estamos
todos). Se trata de salir a los medios con el correspondiente corolario de
frases ampulosas, retóricas, manidas, el complemento a la bazofia descalificadora
tan habitual, muy del gusto de sus acólitos. Dominan los gestos estudiados: no
voy de corbata a saludar al rey ¡descamisaos!, (que diría Guerra), pero a la
entrega de los Goya me acicalo con pajarita, de paso, voy censurando unas
actuaciones y justifico otras similares porque me convienen ¡Viva Maduro!
Leí en algún lugar que no se debe formular
la frase ¡No se puede ser más tonto!, porque muchos lo toman como un
desafío, y así de idiota ha resultado el espectáculo del hemiciclo ante la
presencia del “ciudadano Felipe VI”, donde mostraron al completo el estudiado
catálogo de desaires, y sacaron a la palestra el tratado de mala educación. El
día de la apertura trajo cosas que no me dejaron indiferente. Hubo en el
hemiciclo - por tocar los los güevos - una bandera republicana; ¡salud y
república! pensó Iñaqui Bernal, sin considerar que no era el día. Otra que
también resultó teatrera, fue su señoría Bescansa, ya que aunque republicana,
considerará a su hijo el rey de la casa, (mi madre pese a la insistencia
vecinal, jamás nos pasó de coroneles). Estuvo Carolina a la altura esperada, demagoga
y a vueltas con las tiernas criaturas: “Ayer dos niñas asistieron al
hemiciclo y no pasó nada”. El jornalero Cañamero (sin haberlo pensado, me
ha salido un pareado) se enfundó amplia camiseta, negra, para que resaltara lo
escrito: “Yo no voté a ningún rey”. Lo creo, con reparos, porque allá
por el año 1978, el 87% de la población si lo hizo, aunque seguramente más por incertidumbre y miedo, que por convicción
propia. Podría decirle a él lo mismo, no le he votado, y tengo que verlo dando
la nota en el escaño.
Tenía razón Abraham Lincoln cuando decía:
“La filosofía del aula en una generación será la filosofía del gobierno de
la siguiente”. Miedo da que algunos de estos politólogos derivados a
políticos se dediquen a la enseñanza. Alguien que imparte docencia, al menos
debe mostrar educación, pues no se puede pretender tener jóvenes educados
cuando su magíster no lo es. Pero ellos están tranquilos y creciditos: “Vamos a necesitar entendernos
con el PSOE para gobernar”. Como compañeros de viaje sería lo último que le
faltaba al Partido Socialista para completar su completa desaparición. Ocurrirá
lo mismo que sucedió en el PCE, ya que lo que había logrado Franco durante
años, lo consiguieron los dirigentes comunistas en un momento.
A mi
modo de pensar, que no es dogma, no era lugar ni ocasión, ni tan
siquiera resultaba necesario mostrar tamañas actuaciones que rayan en lo
ordinario: parlamentarios que no se levantan, alguno que se vuelve de espaldas,
otros que no aplauden..., encima nos dicen que no estuvo orquestado y que fue
tan solo “una decisión personal, no planificada”, ¡claro!, como la de
acordonar el Congreso. Menos mal que D. Rafael Hernando Fraile, como sabemos
todos, hombre comedido, de verbo pensado, y alta mira intelectual, con la
exquisitez dialéctica que tanto le caracteriza, y en ejercicio de mayor
estupidez si cabe, para quitar hierro, los llamó payasos. ¡Pobres clowns
profesionales!, infravaloran su generosa profesión al compararlos con
aficionados mediocres.
Teatro de Iglesias, teatro de Susana, teatro
de Mariano…, todo está enfocado de cara a la galería. Se trata de envolver las
actuaciones en ese neologismo válido de nuevo cuño llamado postureo. Seguramente
más pronto que tarde, tendrán que dar una vuelta de tuerca con algo de mayor
impacto, y de cara a la posible imagen que muestren en el futuro, estoy ansioso
por ver a Pablo con las “ingles brasileñas”, a Rita en sugerente picardías, a
Hernando vestido de Superman, y a Susanita con el ratón chiquitín, defendiendo
a Griñán y a Chaves ¡pobrecitos!.
Han tomado buena nota, y hasta que no
tengan mayoría suficiente para cambiar el reglamento del tinglado, seguirán
diciendo frases de dudoso nivel intelectual y ejerciendo el manido postureo.
Hay que indicarles que solamente hay dos alternativas: o seguimos como estamos,
o hacemos recuento cada año del pensamiento y voto republicano, o monárquico,
¡claro!, de todo aquel que cumpla 18 años. De paso, anualmente podemos decidir si
somos una nación de naciones, si Euzkadi debe volver a conformar aquellas tres
provincias vascas, si Castilla y León debe retornar a las seis provincias que
antaño conformaban “la Vieja”, o si la ley del aborto es compatible con sus
señorías. Sencillamente, ahora el juego tiene unas reglas definidas, y si no se
van a aceptar, lo mejor es no participar, al menos con ese talante.
Con este modo de actuar, Podemos primero
fagocitó a IU (ahora Garzón está liquidando de saldo y por cierre los inmuebles
), y luego no tuvo reparos para no aliarse con el PSOE pensando en el posible sorpasso
que lo pusiera el frente de un ejecutivo de izquierdas, claro que el tiro salió
por la culata.
A los de Pablo Iglesias, (el nuevo, porque
el otro se estará revolviendo en la tumba) con
el debate particular y cruento de posturas enfrentadas entre la abstención o el
¡no a Rajoy!, tras “cepillarse por el morro” a Sánchez, han derivado en una
limpia traumática, al menos para algunos, porque para depurar acciones han
aplicado un triple o cuádruple rasero: Meritxell Batet y Sofía Hermoso han
pagado con la denostación y entrega de cargos (ambas han sido expulsadas de la
dirección del grupo socialista parlamentario en el Congreso de los Diputados).
La díscola Zaída Cantera incomprensiblemente, en puro postureo fichada por Pedro, debía pagar alguno de los
cacharros rotos, así que ha sido relegada de la Comisión de Defensa, ella, que
sabía más del ejército que la mismísima Cospedal, que ¡ya es decir!. En la
misma tacada, Sofía Hernanz, Susana Sumelzo, Luisa Carcedo, José Zaragoza y Pere
Joan han pagado sus apoyos al anterior secretario general, pues han sido
implacables con todos ellos.
Otros han sido sancionados económicamente,
sin más, y los socialistas catalanes, que para eso es el PSC, como no podía ser
de otra manera, han salido indemnes de sanción; el dictamen de la gestora (con
la tapada Díaz dirigiendo) casi recuerda a la sentencia de Carlos I en la
Guerra de los Comuneros: “Condeno sin
enjuiciarles y con sentencia inmediata cuarenta y nueve comuneros de mas talla,
a morir sin son seglares…”, pero si son de Iceta, cambia el asunto.
Así debe ser, que se entere todo el mundo
de la autoridad y el mamoneo de una gestora que corta y pega sin inmutarse. Menos
mal que el Llanero Solitario y ambiguo Sánchez, con el coche gripado, se ha
puesto en carretera emprendiendo - cual Ave Fénix - la batalla para quitar las
riendas del partido a los medidos golpistas ¡Mala vitola trae el puro!, pues casi
no nos acordamos ya de su cara. Mientras, don Felipe, el González alejado de la
pana y acomodado en lujosa poltrona y mejor sueldo, sigue prodigándose en
medios de comunicación en plan fraternal, impartiendo consejos y clases
magistrales, quitando y poniendo secretarios generales con lucidez particular,
y de paso esparciendo mierda contra quien no es de su cuerda. ¡Coño, que hablen
las bases!
He
hablado de PSOE, IU y Podemos, pero el PP también tira de “postureo” para tapar
la corrupción. Lo de Fernández Díaz ha sido para nota, ya que como no le van a
votar para el puesto, lo colocan en una comisión que no haga falta sufragio, y ¡como
Dios!
Lo malo de los partidos políticos es que
nos quieran explicar continuamente sus cuitas, como si fuéramos borregos: ¿verdad
don Albert que se podía votar a Rajoy? ¿Verdad senyor Rufián que se puede
explicar el apoyo a la derecha en Cataluña, para criticarla con dureza en
Madrid?, como bien decía el pastor a su rebaño: “Da igual del partido que
sean, lo llevan en los gérmenes, son políticos y no se puede esperar más”.
Calentito, de ahora mismo: Cifuentes, jaleada
por su coro, aparece gritando a los cuatro vientos que son los madrileños
quienes pagan la sanidad de los andaluces, como en pretéritos momentos, los
Guardias Civiles (fuera de servicio) son atacados en Navarra, mientras, algún
político residual va poniendo en solfa que fueran agredidos, (lo dirán los
tribunales), y de paso llama borrachos a los beneméritos que acabaron
hospitalizados. Entretanto el atribulado españolito de a pie, permanece con el
esfínter encogido pensando en la subida de impuestos que nos depararán sus señorías,
y a mayores sufriendo por la posible supresión de los memes humorísticos
en los medios informáticos que tanto se burlan de los pobres diputados.
Estén tranquilos, los padres de la patria
ya se han repartido carteras, portavocías y comisiones de las que ausentarse
y/o no acudir; ya tienen su tablet y Iphones flamantes, las dietas
correspondientes, y los “gintonics” a precio arreglado en el bar del Congreso, pero ustedes no se desanimen, también para el
sufrido votante, el Corte Inglés ha encendido su lucernario al completo, está a
punto de llegar el Black Friday, hemos
visto ya el anuncio de la lotería de Navidad, y se avecinan los derbis
futboleros, ¡todos felices con el opio del pueblo!, así que preparen ya el
turrón, uvas, confeti…, decidan si el cava debe ser catalán o de la Ribera (por
aquello de la financiación de la independencia), engrasen el matasuegras, y como
si fueran verduleros diputados un día de sesión parlamentaria animada, dispónganse
a discutir con sus cuñados, eso sí, el 28 de diciembre, celebren con solemnidad
la onomástica de los Inocentes, porque aquí pasa y pasará como en EEUU, lo
bueno es que cualquiera puede llegar a presidente, lo malo ¡que es verdad!
De la “marca blanca” del PP, como llaman a
Ciudadanos, de Compromís, de Bildu o de Coalición Canaria, por no saturarlos y para que dejen de llorar, mejor dejarlo
para otro día.